El aumento de las áreas y especies a abarcar por parte de la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA, por sus siglas en inglés) ha hecho que la institución con sede en Vigo rompa sus récords de inspecciones y de infracciones detectadas a lo largo de 2019. El consejo de administración de la agencia trasladó ayer los datos finales por vía telemática (el Covid-19 obligó a eliminar la habitual rueda de prensa con el director, Pascal Savouret) tras celebrar la reunión. Además de resaltar las cifras, con 32.381 pesquisas (un 20,2% más) y 1.487 presuntas faltas (un 108,2% más), desde la EFCA volvieron a insistir en la necesidad de apostar por los sistemas de monitoreo remoto (REM, en inglés), para los que ya han llevado a cabo proyectos piloto y sobre el papel en el Mar del Norte.

Si ya el año anterior (2018) el trabajo en puertos y lonjas de los inspectores había supuesto un repunte de las pesquisas (un 30% más entonces), los nuevos criterios de la Comisión Europea elevaron los números en más de 5.400 casos. "Fue necesario ampliar el alcance de los planes de despliegue conjunto, a través de los cuales EFCA prestó su apoyo a los Estados miembros y a la Comisión en el área de control, inspección y vigilancia", señaló la agencia.

En la lucha contra las actividades de pesca ilegal, la EFCA también asistió a la Comisión Europea en el análisis de 378 certificados de captura y 122 declaraciones de transformación de seis países terceros: Panamá, Costa de Marfil, Ecuador, Vietnam y Maldivas.

Además, los sistemas de información de la agencia permitieron la recogida de datos por parte de cada Estado miembro sobre sus buques pesqueros, sus capturas y otros datos. En general, recibió datos del cuaderno diario de pesca electrónico de 4.564 buques en 15 Estados miembros y los datos del sistema de localización de buques procedentes de buques diferentes, en todos los Estados miembros. El volumen de mensajes recibidos fue de 39,2 millones.

Cámaras

Por otro lado, la EFCA sigue apostando por la instalación de cámaras a bordo para controlar, sobre todo, que se cumple la normativa que prohibe los descartes. Así, durante el segundo semestre del año pasado la agencia trabajó en el desarrollo de una plantilla de proyecto piloto de un sistema de monitoreo electrónico. Junto a ello, y en respuesta a una solicitud del grupo de expertos de control (GEC) del Mar Báltico ( Balticfish), la agencia también comenzó un ejercicio de evaluación del cumplimiento de la norma de descartes en la zona entre en 2017 y 2018.

"La publicación de directrices técnicas específicas constituía otro hito importante en los trabajos de normalización de EFCA. En particular, la agencia finalizó y publicó en 2019 las directrices sobre REM y, en colaboración con los Estados miembros, sobre la evaluación de riesgos y los indicadores de cumplimiento", informó la agencia.

Por otro lado, la EFCA también continuó con el proyecto Pescao para la pesca en aguas de países africanos (con tres formaciones) y con la colaboración en la Guardia Costera Europea, junto a la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y la de Seguridad Marítima (EMSA).

En cuanto al buque fletado, el Lundy Sentinel, estuvo operativo 308 días y "proporcionó una robusta plataforma para las inspecciones de pesca": 247 inspecciones y 136 presuntas infracciones detectadas.