El secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, considera que antes de hablar de un calendario de desescalada es necesario que se "corrijan las injusticias de las medidas sociales" y también modificar la falta medidas de protección.
- ¿Qué le parece el plan de transición a la "nueva normalidad" que ha presentado el Gobierno?
-Para nosotros hay dos medidas fundamentales necesarias antes de hablar del calendario de desescalada. En primer lugar, es necesario, antes de definir un calendario, resolver toda la situación de falta de medidas de protección de muchos trabajadores que están trabajando a día de hoy y que no están resueltas. Se debe acometer la corrección de todas esas medidas que no se están tomando por la falta de control público de esas medidas.
- ¿Y la segunda?
-Nos parece fundamental que haya que corregir todas las medidas laborales sociales y económicas que se adoptaron y que estuvieron dejando atrás a muchos trabajadores porque o están despedidos o está en ERTE y no están cobrando sus salarios.
- Hay quien dice que esto va de salvar a las personas o de salvar a la economía.
-Desde un principio defendimos que había que parar todo menos aquellas actividades esenciales ante la emergencia sanitaria. Pero ahora entendemos que son los intereses del capital los que se están imponiendo y no la salud y el bienestar de las personas.
- ¿Las empresas gallegas están preparadas para esta vuelta al trabajo de sus empleados?
-Hay una falta de medidas de seguridad y de protección que es generalizada. Hay una falta de control público como ya se tiene constatado y demostrado. Nos preocupa tanta prioridad en llegar a la normalidad cuando todavía el problema de la desprotección no está del todo solucionado. Por eso entendemos que las empresas aún no están preparadas en el aspecto de la seguridad. Las empresas están más preocupadas por su cuenta de resultados que por el estado de salud de sus trabajadores y de disponer de medios para que se pueda trabajar con seguridad.
