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"Hasta que seamos capaces de dar seguridad, podemos despedirnos de recibir turistas"

Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá y presidente de Exceltur: "Los países que mejor han gestionado la crisis del coronavirus tienen un denominador común: realizar test masivos"

Gabriel Escarrer, durante la entrevista. // M. Mielniezuk

En sus más de veinte años en el sector, nunca hubiera imaginado el escenario actual: sus oficinas vacías y todos sus hoteles en las Islas Baleares cerrados, salvo el Meliá Palma Bay del Palacio de Congresos, medicalizado. Tres años y medio después de coger las riendas de la cadena fundada por su padre, Gabriel Escarrer Jaume (Palma, 1971) analiza el futuro del turismo ante la crisis del coronavirus.

-¿Damos ya por perdido turísticamente el verano de 2020?

-No sé si lo podemos dar por perdido, pero será un verano muy duro. El punto de inflexión será cuando se encuentre la vacuna, pero mientras no podemos quedarnos de brazos cruzados. Nosotros apostamos por por tests masivos a la población y a los visitantes. Lo segundo es más complicado porque requiere coordinación a nivel europeo, pero es el pasaporte sanitario, que es la única manera de dar viabilidad al transporte. De no llevarse a cabo, sí que podemos dar el verano prácticamente por perdido.

-La previsión del Gobierno de Baleares es que en agosto se recupere el 25% de la actividad turística. ¿Usted que opina?

-Me considero optimista pero creo que esa previsión es demasiado optimista. Después de hablar con compañías aéreas y touroperadores de los principales mercados emisores, dudo mucho que vayan a restablecer vuelos en agosto. El primer mercado en reactivarse será el mercado nacional, cuya capacidad adquisitiva, sin embargo, quedará muy mermada por los efectos de la crisis. Además, Baleares junto con Canarias es el destino con más dependencia del mercado internacional. Creo que se reactivará antes la actividad en el litoral de la península, ya que antes de coger avión o barco, la gente cogerá el coche para hacer una escapada o un puente.

-Ha criticado que primero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hablara de recuperar la actividad turística en una fase que podía extenderse hasta final de año y que después la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, haya dicho que no había calendario para el turismo, pero que no daba por perdido el verano.

-Lo único que generan esos mensajes es incertidumbre. Hay que ser extremadamente precavidos. Si los que estamos en el negocio desde hace años, en mi caso más de 20, tenemos ese nivel de visibilidad tan bajo, prácticamente nulo, se antoja muy valiente hacer cualquier pronóstico. Desde luego la intención de los hoteleros es abrir los hoteles lo antes posible, pero hasta que no se den las condiciones de seguridad para trabajadores y clientes es lo último que haremos. No asumiremos riesgos. Los países que mejor han gestionado la crisis del coronavirus tienen un denominador común: los test masivos. No sé si hay 200.000 infectados o, como dice una universidad británica, siete millones; si hay 20.000 fallecidos o el doble, como parece si se suman algunos datos de las comunidades autónomas. Necesitamos saber de qué hablamos y a lo que nos enfrentamos.

- ¿Qué calendario plantea para el retorno a la actividad turística?

-Pregúnteselo al Gobierno. Lo que yo digo es que necesitamos esos test masivos a la población y a los visitantes. Debe ser la prioridad del Gobierno y de cualquier gobierno autonómico. Si yo fuese la presidenta de esta comunidad sería en lo que trabajaría. Cuando acabe el confinamiento, que lo tengamos controlado, la forma de posicionarnos (como Baleares) es la de destino seguro. De la misma manera que el 11-S transformó nuestras pautas de viaje, ahora no pasa nada por tener que pasar por un trámite y hacerse la prueba, que al final es por la seguridad de todos. Eso vendrá para quedarse. Hasta que no seamos capaces de dar esa seguridad, podemos despedirnos de recibir turistas.

- ¿Tiene sentido centrarse en la reapertura de puertos y aeropuertos?

-Es lo último que se va abrir, se puede dar por perdida la temporada y dentro de un año empezaremos a hablar de los damnificados de la crisis del coronavirus. Es una cuestión de balancear. Ante todo hay que salvaguardar la salud, pero hay que equilibrar las medidas para que permitan la viabilidad de nuestra economía.

-La prensa publicó que la mayoría de llamadas al centro de atención ante la crisis del coronavirus en Alemania han sido para pedir si se podría o no viajar en verano. Parece un buen síntoma ante ese factor psicológico que también preocupa ahora...

-Yo creo que la gente está loca y deseando viajar, como está loca y deseando salir de casa, pero también creo que hasta que no se genere el clima y la sensación de seguridad en los destinos es una odisea hablar de cualquier viaje. ¿Viajarías con máscara, guantes y con ese temor y esos miedos, a otro país? España siempre ha sido el país más competitivo turísticamente hablando y ha sido en primer lugar gracias a la seguridad. Si los mercados emisores tienen la sensación de que la gestión aquí no ha sido la mejor o que no ha sido la más idónea, hasta que no cambie esa percepción pueden no querer viajar a nuestro país.

-¿Y qué medidas de seguridad deberá tomar el sector turístico?

-En el sector vacacional nadie va a querer abrir un hotel en el que todo el mundo lleve mascarillas o en la playa. Es como lo de poner mamparas de protección en los comedores. El turismo de familia es muy importante para nosotros y yo, personalmente, antes que estar en una pecera con mi familia, prefiero quedarme en casa. Esas ideas me parecen absurdas y mata por completo el concepto de vacaciones. Me parece más lógico coordinar turnos de desayuno en el check-in para que la capacidad del restaurante no sea superior a un porcentaje y que los clientes puedan mantener las distancias.

-Por la paralización actual se están aplicando los ERTE, pero ¿después de los ERTE, qué?

-Como no hay visibilidad es muy difícil decir. Creo que los ERTE es la mejor medida que ha tomado el Gobierno para salvaguardar los puestos de trabajo. Las empresas estamos para generar dinero y dar puestos de trabajo, y cada mes que pasa sin poder abrir hoteles, sin entrar ingresos y con los ERTE a mí me parte el corazón, como el tener estas oficinas donde siempre hay ebullición de gente y hoy estamos aquí solos.

-Una vez se superen los ERTE, ¿desembocará esto en una destrucción de puestos de trabajo?

-Esperemos que no, pero hay muy pocos sectores que pueden vislumbrar un panorama de cero ingresos durante tanto tiempo. Si no hay temporada turística, no tendremos ingresos hasta la Semana Santa de 2020. ¿Qué sector puede contar con cero ingresos durante un año sin tener que despedir a nadie y sin ajustar gastos?

-De momento se ha aplazado la subida salarial pactada en el sector de la hostelería. ¿Podrá llevarse a cabo dentro de un año?

-Ojalá, me encantaría. La patronal hotelera hizo un esfuerzo importante en los años de bonanza para repartir la riqueza entre todos los involucrados del sector. En un contexto de cero ingresos no se puede mantener y ahí hay que decir que ha habido un gran trabajo por parte del conseller de Turismo de Baleares, Iago Negueruela, que en un contexto difícil ha puesto a patronal y sindicatos de acuerdo.

-¿Y será la de 2021 una buena temporada turística?

-Yo creo que la recuperación de esta crisis económica será lenta y no veo tampoco en 2021 una temporada con los niveles de rentabilidad, volumen y demanda de 2018 o 2019. Creo que para eso tendrá que pasar más tiempo.

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