Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea fueron incapaces de lograr un acuerdo sobre nuevas medidas para paliar el impacto económico del coronavirus tras más de dieciséis horas de negociación, por lo que retomarán las conversaciones este jueves para lograr un consenso.

"Tras 16 horas de debates estamos cerca de un acuerdo, pero todavía no lo tenemos. He suspendido el Eurogrupo y continuaremos mañana, jueves", anunció el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en la red social Twitter al término de un encuentro que comenzó el martes a las 16.00 horas y se prolongó toda la noche.

"Mi objetivo sigue siendo: una fuerte red de seguridad de la UE contra los efectos secundarios del covid19 para proteger a (trabajadores, empresas y países) y el compromiso para un plan de recuperación de gran envergadura", añadió el también ministro de finanzas portugués.

Los principales puntos de discordia siguen siendo las condiciones para acceder a la línea de crédito para la pandemia que pondría en marcha el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate de la eurozona, así como la posibilidad de emitir deuda mutualizada para financiar la recuperación.

Holanda sigue reclamando que las ayudas del MEDE vayan ligadas a condiciones económicas específicas para los países receptores de ayudas, mientras que Italia, por el contrario, quiere que estos requisitos se aligeren al máximo. El enfrentamiento sobre este punto entre La Haya y Roma ha sido el principal punto de bloqueo durante las negociaciones de esta noche.

"Holanda está dispuesto a utilizar el MEDE para los gastos sanitarios del coronavirus en estas circunstancias excepcionales. En la medida en que el MEDE se utilice para el apoyo económico, creemos que es conveniente vincularlo a la adopción de medidas económicas", dijo el ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, en Twitter al término del encuentro.

Holanda -añadió Hoekstra- sigue en contra de la emisión de eurobonos, es decir, de deuda mutualizada, que reclaman una decena de países, entre ellos España, Francia e Italia. Sobre la mesa ha estado en concreto la propuesta francesa de crear un Fondo para la recuperación basado en la emisión de deuda respaldada por garantías de los Estados miembros.

A la mutualización de deuda se oponen también Alemania, Austria o Finlandia, entre otros países, dado que la medida supone que todos los países tendrían que responder por el riesgo de impago de cualquiera de ellos.

Fondo contra el paro

Un tercer punto que queda por cerrar, aunque menos problemático, es la propuesta de la Comisión para establecer un fondo temporal contra el paro, bautizado 'Sure', que tendría 100.000 millones de euros en préstamos para financiar esquemas de reducción de jornada subvencionada.

Algunos países quieren asegurar que su acción se circunscribirá a la crisis del coronavirus y no sentará un precedente para un mecanismo más amplio, como un Reaseguro de Desempleo comunitario.

"Llamamos a todos los Estados europeos a estar a la altura de las cuestiones excepcionales para llegar a un acuerdo ambicioso", dijo el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, tras la reunión.

Las posiciones de España e Italia

La vicepresidenta tercera del Gobierno español, Nadia Calviño, defendió antes de la reunión que no pueden adoptarse solo medidas de liquidez a corto plazo, sino que la UE debe empezar a trabajar ya "en un mecanismo que permita la puesta en común de la deuda" para financiar las inversiones necesarias para la recuperación.

España, dijo, defenderá que las conclusiones del Eurogrupo reflejen "un claro compromiso" de trasladar a los jefes de Estado y de Gobierno que hay que trabajar "desde ya" en este mecanismo.

España rechaza que se apliquen condiciones específicas caso por caso para los países que soliciten liquidez por la pandemia y defiende, en línea con la postura de la Comisión Europea, que se limiten a usar los fondos para la respuesta al coronavirus y a cumplir las normas de disciplina fiscal comunitaria.

Italia, sin embargo, es más reacia al MEDE, un instrumento que en el país se asocia muy estrechamente al estigma de los rescates y el Gobierno considera "inadecuado", y apuesta con más ahínco por los 'coronabonos'.