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Uninaval da 6 meses a Barreras para lograr nuevos pedidos

Asegura que las afectadas por los impagos de Havila pueden demandar al astillero

Proa de uno de los cruceros del proyecto Havila, en Tersan. // Havila K.

Hijos de J. Barreras tiene seis meses por delante para dotar a su cartera de nuevos pedidos, resarcir a las auxiliares que se quedaron atrapadas en la cancelación de los dos cruceros de Havila Kystruten y esquivar por tanto una nueva amenaza concursal. Así lo entiende la sociedad Uninaval, conformada por una treintena de subcontratas al abrigo de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime). "Somos ligeramente optimistas. Antes de seis meses tiene que tener varios contratos firmados", resumió ayer el secretario general de esta patronal, Enrique Mallón. A preguntas de FARO en la presentación del Informe Anual del Sector Metal 2019, aseguró que las auxiliares con facturas impagadas por Havila no han quedado desprotegidas con la firma del acuerdo financiero de Barreras, Cruise Yacht (Ritz-Carlton), banca y Cesce, centrado en el crucero de ultralujo Evrima y suscrito por la propia Uninaval. "Esas empresas tienen instrumentos jurídicos suficientes para defender su posición, no están en una situación peor". La deuda supera los diez millones de euros.

Desde el astillero se ha trasladado a estas subcontratas, la mayoría de aceros, que sí hay posibilidad de firmar nuevos pedidos a corto plazo, y que regresarían a Beiramar tras su puesta en vigor. Todos los actores implicados en el futuro de Barreras coinciden en que un único barco, el que ahora tiene asegurado ( Evrima), no garantiza su continuidad a corto y medio plazo, máxime tras la pérdida del proyecto Havila -el astillero turco Tersan, el mayor beneficiado de la cancelación, ha iniciado ya los trabajos de corte de chapa- y con el ferri de Naviera Armas, con garantías a ejecutar por 28 millones más intereses, en el aire.

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