La Comisión de Industria del Parlamento Gallego instó al Gobierno central, en noviembre de 2018, a "continuar el esfuerzo en el campo comercial para mantener la carga de trabajo en obra civil del astillero de Fene, ya sea a través de la construcción de buques como de la eólica offshore". La moción fue validada por todos los grupos de la Cámara (PP, PSdeG, BNG y En Marea) aunque que la segunda actividad, que promueve la instalación de aerogeneradores en el mar, está sometida a una especie de veto en Galicia. Es un escenario que viene de muy lejos, con el Bipartito en San Caetano y Zapatero en Moncloa, si bien el discurso no mudó desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Xunta. Sí lo hizo el ecosistema de esta industria, y dos áreas limítrofes con las costas gallegas o bien ya han instalado algún parque offshore (Viana do Castelo, Portugal) o prevén hacerlo a corto plazo (Asturias). La patronal metalúrgica Asime ha decidido ahora desempolvar sus reclamaciones y trabaja ya en una alianza del Noroeste para una "implantación conjunta" de molinos en el mar. Sus aliados son la propia Asturias y Cantabria, anunció ayer su secretario general, Enrique Mallón. "Nos está pasando un tren por delante".

"Debemos implantar la eólica marina cerca de las costas gallegas, hay que dar el paso ya. No afecta al medio ambiente, no compramos el mensaje de que afecta a la pesca", reivindicó. No obstante, el propio secretario estatal das Pescas de Portugal, José Apolinário, sí ha admitido un perjuicio para la actividad pesquera por la reciente puesta en marcha del primer polígono eólico marino de la Península Ibérica, a escasos 70 kilómetros del puerto de Vigo. Una treintena de armadores han sido indemnizados por las promotoras del proyecto, denominado Windfloat Atlantic. "Si alguien nos demuestra lo contrario -continuó Mallón a preguntas de FARO, sobre la afectación a la pesca- cambiaremos de discurso". Entretanto Asime asegura que todos los grupos que conforman el arco parlamentario gallego ya han cambiado de parecer, "ese veto no es tal, nos lo han dicho".

El Covid-19, un factor más

Mallón realizó este balance en la presentación del Informe Anual del Sector Metal 2019, en la que advirtió que el ejercicio en curso será de "desaceleración", independientemente del impacto del virus de Wuhan (coronavirus). "Nos preocupa muchísimo esta situación. Está afectando ya a la recepción de piezas" y amenaza con afectar también a la entrega de componentes, sobre todo al mercado italiano, con las consiguientes tensiones en las cadenas de suministro. En todo caso este brote es, para el secretario general de Asime, un factor más que afectará al crecimiento del sector, al que atribuye un peso del 20% en el Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia. Los condicionantes están, a su juicio, bien repartidos: ataque al diésel, falta de inversiones y electrificación, en el automóvil; la quiebra de Vulcano y las dudas sobre la continuidad de Hijos de J. Barreras, en el naval; o la ausencia de un fabricante aeronáutico de primer rango en suelo gallego, para el caso de esta actividad. La formación adaptada a las necesidades de las empresas es una reivindicación más recurrente, y fue también enarbolada este martes. Mallón apeló asimismo a la falta de profesionales formados y volvió a llamar a los jóvenes a sumarse al "sector con las mejores condiciones" de Galicia. Preguntado por este periódico por la volatilidad de la industria -solo la insolvencia de Barreras mandó a casa a más de un millón de operarios de la industria auxiliar-, el también portavoz de Asime admitió que "las fluctuaciones no son buenas", y consideró que solo podrían mitigarse con "más pulmón e inversión". "La mayor parte de los despedidos en Vulcano y Barreras van a encontrar trabajo seguro".

En conjunto, ya en 2019 el avance fue la mitad de lo esperado, con un alza de dos puntos tanto en cifra de negocios (13.680 millones de euros) como de empleo (67.000). "Para la automoción -culminó- hay que captar inversiones e insistir en que al vehículo diésel le faltan todavía veinte años de vida. Recibimos con mucha alegría la inversión de Benteler [por la nueva factoría de Mos, inaugurada el pasado verano], pero necesitamos muchísimas más".