El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ha decidido archivar la pieza de calificación del concurso de Factorías Vulcano; la quiebra del histórico astillero vigués, que el año pasado habría cumplido cien años, fue "fortuita". El magistrado Sergio Burguillo ha atendido tanto la tesis de la administración concursal como del Ministerio Fiscal. Contra el auto, que tiene fecha del 27 de febrero, no cabe recurso.
"Las causas que han motivado la falta de cumplimiento del convenio vienen dadas por la falta notoria de tesorería y la imposibilidad de recurrir a nueva financiación, las importantes pérdidas por los retrasos en conseguir carga de trabajo [...], las importantes pérdidas que [el ferri de Trasmediterránea] acarreó por los retrasos en su terminación y finalmente por la falta total de carga de trabajo debido a la no concreción de ningún otro encargo para el astillero", defendió el liquidador, Emilio Rodríguez de Dios. Y, aunque constató que "el convenio se incumplió con anterioridad a la fecha de la solicitud de la liquidación", Fiscalía no ha apreciado dolo ni culpa grave por parte de los antiguos gestores de Vulcano, algunos de ellos inhabilitados en sentencia firme por la quiebra de su exfilial Juliana.
La factoría viguesa, propiedad de la familia Santodomingo a través de Astilleros La Mecánica, cerró las puertas con una deuda de casi 210 millones de euros, y un valor -el de su unidad productiva- de 11,9.
