El Gobierno quiere acelerar con la próxima reforma de las pensiones. Tras el fiasco del último ciclo de trabajos de la Comisión del Pacto de Toledo, que se cerró hace un año sin acuerdo alguno, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se marcó ayer como objetivo tener listos este mismo año cambios en el sistema que afiancen su sostenibilidad financiera y preserven la suficiencia de los ingresos que perciben los pensionistas. Lo anunció el propio Escrivá en el Congreso de los Diputados horas después de que la Comisión Europea reprendiera a España por haber frenado las reformas de 2013 (revalorización ligada al ciclo económico y ajuste para vincular las nuevas pensiones a la esperanza de vida) y por incurrir en riesgos financieros al volver a actualizar las pensiones según el Índice de Precios de Consumo (IPC).

El ministro instó a los partidos a llegar a acuerdos ágiles en el Pacto de Toledo sobre la orientación de la nueva reforma, para frenar la creciente incertidumbre ciudadana sobre el futuro de las pensiones. Frente a los augurios más pesimistas, enfatizó que la Seguridad Social es "solvente" y que parte de una situación "sólida" -pese al déficit anual de 18.000 millones-, aunque reconoció que a partir de 2030 se generará un mayor incremento del gasto como consecuencia de la jubilación de los nacidos en la década de los 60 (baby boomers). En línea con lo manifestado otras veces, José Luis Escrivá anticipó que propondrá descargar a la Seguridad Social de gastos que considera "impropios", como las bonificaciones a la contratación. Y volvió a plantear la conveniencia de acercar más la edad efectiva de jubilación (en torno a los 64 años) a la edad legal (65 años para las carreras laborales más largas y 65 años y diez meses para el resto en 2020), favoreciendo la prolongación de la vida laboral.

"Incentivos positivos"

En esta ocasión, el ministro habló más de fomentar "incentivos positivos" que de penalizar las jubilaciones anticipadas. Según explicó, existen incentivos que no se han explotado lo suficiente, que permitirían abordar el problema de gasto de medio plazo "con resultados tangibles" y que provocarían que la edad de jubilación efectiva se acercase a la legal. "Esto es lo realista", comentó José Luis Escrivá, que no quiso precisar más a la espera de su próxima comparecencia. Esta se producirá la semana que viene ante la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo.