Si la ruptura no es formal, con una escisión a todos los efectos, es porque la CEP "no quiere hacer un daño gratuito" en el seno de la patronal gallega. "Somos fundadores", remarca Jorge Cebreiros. Pero la desconexión con la CEG es, en el resto de los sentidos, total. El máximo responsable de los empresarios de Pontevedra destacó ayer, durante su encuentro anual con la prensa, todas la reivindicaciones abanderadas por la organización -desde los peajes de la AP-9, al Corredor Atlántico de Mercancías, pasando por la defensa de Ence frente a la caducidad de la concesión de los terrenos que ocupa- "sin la CEG". "Nunca hemos encontrado su apoyo para reclamar lo que preocupa a los empresarios -critica Cebreiros-. Están en otras batallas".

El presidente de la CEP arremetió contra "la transitoriedad" de los órganos directivos de la CEG y los problemas que se ponen para la renovación de los estatutos. "¿Qué aporta a la CEP una organización que no hace lo que tiene que hacer?", cuestiona. La patronal pontevedresa no se siente "representada" y se posiciona para por sí sola "ser la voz del empresariado".