La ley para congelar los alquileres entró ayer en vigor en la ciudad-estado de Berlín, una norma inédita y controvertida en Alemania que trata de poner freno a unas alzas de precios desbocadas. "La política tiene la responsabilidad de que las personas puedan permitirse un techo sobre sus cabezas", aseguró la responsable de Desarrollo urbano de Berlín, Katrin Lompscher.