España ha salido de la primera jornada del Consejo Europeo extraordinario que debate los presupuestos de la UE para el periodo 2021-2027 tras horas de dura negociación sin avances y después de insistir en que no estará entre los perdedores de esta cumbre.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha abandonado la sede del Consejo Europeo pasada la una de la madrugada tras su encuentro bilateral con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que está haciendo una ronda con cada uno de los veintisiete socios ante las dificultades de alcanzar un acuerdo sobre el marco financiero plurianual.

Ya desde el inicio de la cumbre Pedro Sánchez dejó claro su total desacuerdo con la propuesta base presentada por Michel.

"Altamente decepcionante", dijo Sánchez, para quien dicha propuesta "reduce de manera bastante importante políticas fundamentales para España".

El jueves por la tarde, al poco tiempo de empezar la negociación, fuentes del Ejecutivo español subrayaron que España no estará, "en ningún caso", entre los "perdedores" de esta cumbre, y aseguraron que Sánchez lucharía "a capa y espada" para que no se reduzcan las partidas destinadas a la Política Agraria Común (PAC), como también pelearía para mantener los fondos de cohesión.

Las fuentes señalaron que España reclama incluso un "recorte cero" de las partidas agrícolas, frente al 14 por ciento de reducción de dinero destinado a la PAC -y dentro de ésta del 10 por ciento para las ayudas directas- que contiene la propuesta del presidente del Consejo, Charles Michel.

Tampoco acepta el 12,1 por ciento de recorte de estos fondos que propone Michel porque considera que cumplen un "papel fundamental" para lograr la convergencia de las regiones.

España se encuentra en el grupo de los "amigos de la cohesión", los dieciséis países del sur y este de Europa que defienden el mantenimiento de estos fondos en la misma medida que el presupuesto anterior.

Estos países apuestan por que el presupuesto europeo se acerque al 1,11 de la renta nacional bruta, frente al 1 por ciento que defienden los países austeros (que se hacen llamar "frugales") -Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca-, que también reclaman se les mantengan los descuentos o devoluciones por los fondos que aportan.

Para el Gobierno español, la posición de Sánchez en esta cumbre está "sólidamente fundada" y sus socios lo saben, porque a España la crisis le tocó en mayor medida y redujo el nivel de convergencia de muchas de sus regiones con respecto a la media europea.

Y es que antes de la crisis había, según las mismas fuentes, cuatro regiones españolas con una renta media por debajo del 75 por ciento de la europea y ahora son nueve.

De ahí su empeño en mantener un nivel similar en los fondos de cohesión, como también que no haya un recorte tan pronunciado en la PAC, teniendo en cuenta que el 30 por ciento de la renta de los agricultores españoles procede de los fondos europeos.

España espera que su alianza con Portugal y Francia en la defensa de la PAC -firmaron el miércoles un documento al respecto- ayude en esta negociación, aunque el Ejecutivo insiste, como dijo Pedro Sánchez a su llegada a Bruselas, en lo altamente decepcionante que es la propuesta de Michel y en lo complicado que va a ser el acuerdo.

Las fuentes no quieren aún, en cualquier caso, hablar de veto -el Consejo Europeo tiene que aprobar el presupuesto por unanimidad-, pero sí insisten en que no van a "consentir" los recortes que Michel ha puesto, de momento, sobre la mesa.

Por otro lado, mientras en el Ejecutivo insisten en que Sánchez peleará "a capa y espada" por que no se reduzca la PAC y también batallará sobre los fondos de cohesión, reconocen que en su "ecuación" de la negociación pueden estar también los reembolsos que reciben los países que más aportan y que, de momento, España quiere que desaparezcan.

Las fuentes del Ejecutivo explican en este sentido que siguen pensando que estas devoluciones se tienen que eliminar, pero entran en el paquete negociador, y al final el acuerdo tiene que ser "equilibrado" para todos.

A su llegada a la cumbre, Sánchez citaba junto a las políticas tradicionales -PAC y cohesión- otras políticas "fundamentales" para España que debían plasmarse en las cifras, como la educación, los capítulos sociales como la garantía juvenil o infantil y la lucha contra el cambio climático.

Y en Moncloa insistían después en que la propuesta de Michel decepciona porque ni es social ni es "suficientemente europeísta" porque no prevé los recursos necesarios para implementar las políticas que necesita el continente.

Sánchez también apuntaba en sus declaraciones que hay muchas políticas que podrían financiarse con nuevos ingresos como el impuesto al carbón en frontera, una de las demandas reiteradas de España.

Fuentes del Gobierno subrayaban esta noche, cuando Sánchez ha abandonado el Consejo, que no hay aún avances sobre esta negociación.

Michel seguirá durante la noche con las reuniones bilaterales y los Veintisiete volverán a reunirse este viernes a las diez de la mañana.

El martes, cambios en la ley de cadena alimentaria

Sobre las nuevas movilizaciones de los productores agrícolas y ganaderosmovilizaciones de los productores agrícolas y ganaderos, Sánchez ha querido mandar un mensaje de confianza, recalcando que el Ejecutivo es "consciente" de la problemática del campo. "No es sencillo el tema, aborda la cuestión de la PAC, pero también la cuestión de la cadena de alimentación y la transparencia de precios", ha subrayado.

En este sentido, ha avanzado que se iniciarán los trámites de la ley de cadena alimentaria "el próximo martes" en el Consejo de Ministros. "Es una de las demandas del colectivo y de las organizaciones agrarias", ha explicado.

Sánchez ha indicado que el Gobierno es "empático" con las reivindicaciones y estará del lado de los agricultores y ganaderos, por lo que ha pedido "confianza y paciencia". Finalmente, el dirigente socialista ha prometido que darán respuesta "cuanto antes" a sus "justas" reivindicaciones.