Cruise Yacht Upper Holdco (utiliza Ritz-Carlton Yacht como marca comercial) intensificará las reuniones técnicas con las auxiliares para reanudar los trabajos en el Evrima. Lo hace después de que ayer las empresas que representan el 72% de la deuda de Hijos de J. Barreas firmase el plan de refinanciación pactado por Ritz, Cesce y la banca que hará que vuelva la vida al crucero ultrapremium amarrado en el muelle del astillero vigués. Tanto fuentes cercanas a la negociación como las propias auxiliares estimaron que en unos días podrán volver los trabajadores a la atarazana, pero desde las empresas alertan: "La adhesión no garantiza el futuro; si no hay más carga de trabajo esto se acaba". La pérdida de los dos cruceros de Havila, nada fácil de digerir pese a que buena parte de los interesados lo daban por hecho, y desde Uninaval (plataforma que agrupa a 36 de las sociedades afectadas) creen que Barreras precisará "contratos similares en importe y actividad" a los perdidos con la naviera noruega (equivalentes a 300 millones de euros) y otros "dos o tres más". El astillero ya tiene sobre la mesa propuestas para ampliar su cartera de pedidos, pero ahora todo pasa por los "quince días" estimados por Cruise Yacht Upper Holdco para que el juez homologue su plan de refinanciación.
Como adelantó FARO, Barreras planteó en las 24 horas pevias al viernes una nueva propuesta con las garantías necesarias para lograr la firma de las auxiliares. La propuesta inicial pasaba por el pago del 50% de la deuda "tras el cierre de la reestructuración", y otro 50% a entrega del crucero. Sin embargo, no planteaba garantías o aval bancario, lo que provocó el rechazo frontal de las auxiliares.
Alberto Rocha, asesor letrado de Uninaval, explicó ayer en una rueda de prensa por la mañana que la última comunicación desde el astillero prevé la devolución de los avales entregados, el adelanto del cobro de los trabajos nuevos a realizar cuando se reinicien las obras, conciliar la deuda de los trabajos que quedaron a medias y cesiones de crédito. Además, según Rocha se plasmó también que si una empresa no cobra o entiende que se demoran los pagos será "libre" de presentar la demanda correspondiente.
Según pudo saber este periódico, Cruise Yacht Upper Holdco, a efectos prácticos gestora de Hijos de J. Barreras, pretende utilizar la bonificación fiscal obtenida por el tax leasetax lease -en torno a un 18,5% de esos 70 millones para compensar el sobrecoste de su crucero- para garantizar el "pago íntegro" de las deudas de su proyecto, el Evrima. No de Havila, motivo principal por el que muchas auxiliares atrapadas en ese proyecto decidieron no firmar, algunas también dentro de Uninaval.
Rocha indicó que a partir de ahora se abrirá "una segunda etapa" en la que cada empresa auxiliar deberá negociar con Barreras "cómo se paga la deuda atrasada y cómo se realizarán los trabajos, con qué garantías". Junto a ello, explicó que siguen reclamaron a Cesce y a la Xunta "una cobertura de las garantías" de cobro de las auxiliares, una operación "perfectamente defendible", aseguró.
La solución "menos mala"
"Es una adhesión sufrida, en la que el cuerpo nos queda a medias", concretó el secretario general de Asime, Enrique Mallón, que calificó la solución como "la menos mala". "Si queremos cobrar todos todo, lo lógico y deseable es que el astillero tiene que ser viable. Y si lo abocamos a un concurso de acreedores no cobramos ninguno nada", precisó Mallón, que alertó que la decisión de Uninaval no suponía "un cheque en blanco".
Mallón, que insistió en que esto es solo "un primer paso", explicó que las empresas no tendrán problema para volver "en una o dos semanas" pese al millar de trabajadores que se llevó por delante la crisis. Tampoco duda en que "en los próximos días" se designará al equipo gestor prometido por Ritz para Barreras. "Están negociando intensamente", indicó sobre los futuros pedidos que puedan llegar al astillero.
Desde Aclunaga, por su parte, informaron que "el reconocimiento de la deuda es fundamental" y será en lo que se centren a partir del lunes, cuando esperan poder empezar las reuniones con la naviera. Primero, en colectivo; luego, de forma individual. "Necesitamos una protección máxima de la industria", insistieron fuentes del clúster.
