Cruise Yacht Upper Holdco (Ritz-Carlton), a efectos prácticos gestora de Hijos de J. Barreras, quiere arrancar los trabajos a bordo del Evrima "en los próximos días" y, según fuentes de toda solvencia, ha convencido a las primeras para hacerlo. Les pagará las facturas a 14 días. Una señal de buena voluntad, una señal de solvencia -acaba de lograr 70 millones para compensar el sobrecoste de su crucero- o un reclamo para desconfiados. Quizás todo al mismo tiempo, aunque con un único objetivo: terminar cuanto antes un buque que tendría que haberse estrenado el 5 de febrero en Miami. Según pudo constatar este periódico, la armadora pretende utilizar la bonificación fiscal obtenida por el tax lease -en torno a un 18,5% de esos 70 millones- para garantizar el "pago íntegro" de las deudas derivadas de su proyecto. No de Havila. Solo del Evrima. Como avanzó ayer FARO, el importe rondaría los 13 millones de euros.

La propuesta inicial pasaba por el pago del 50% de la deuda "tras el cierre de la reestructuración", y otro 50% a entrega. Pero sin garantías o aval bancario, extremo que rechazaron frontalmente las auxiliares. Ahora, a ojos de algunas de ellas, este compromiso es suficiente. "Nos enviaron las garantías que les habíamos solicitado con la hoja de ruta de los pagos, sin fechas pero con hitos aproximados. El primer 50% se espera para el 15 de abril, y el segundo para la finalización, antes de que se marche el barco", apuntaron fuentes de esta industria complementaria. No todas comparten esta opinión; las sociedades agrupadas en la plataforma Uninaval, auspiciada por Asime, decidirán hoy si respaldan o no el plan de refinanciación de Ritz-Carlton. Con todo, el sector cree que la naviera logrará superar el 60% de adhesiones, tal y como requería.

En suma, Barreras tiene facturas impagadas con las subcontratas por unos 23 millones de euros, de los que más de 10 corresponden con el fracasado proyecto Havila. Estas no entran en la ecuación.