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CRISIS EN BARRERAS

La marcha de Havila a Turquía con sus dos cruceros golpea el plan de negocio de Barreras

La naviera noruega se despide de Vigo: "No podía asumirlo" -El astillero vigués advierte que será "muy contundente" para una "reclamación de daños y perjuicios"

Las dos primeras unidades de Havila durante su construcción en Tersan. // Havila

No por inesperada fue de mejor digestión. La noticia, avanzada por FARO en su edición digital, sumió al personal de Hijos de J. Barreras "en el desánimo". Porque el contrato tenía que ser aparentemente una de las palancas del business plan (plan de negocio) de Cruise Yacht Upper Holdco (Ritz-Carlton), el mismo que le ha permitido lograr la financiación para reactivar la compañía y evitar su liquidación. Y, sobre todo, porque la construcción del minicrucero de lujo Evrima no basta para abrir un camino siquiera de medio plazo para el mayor astillero privado de España. Hoy solo está garantizado este último buque, la construcción 1705 de la atarazana viguesa. Con unos gastos operativos de un millón de euros mensuales y la expectativa de entregarlo "en septiembre", Barreras se queda sin aire. Hasta ayer tenía en cartera dos cruceros para la noruega Havila Kystruten; ya no. La propia compañía presidida por Per Sævik, parapetada en el silencio y la contención desde hace semanas "por recomendación de sus abogados", fue la encargada ayer de decir adiós. De anunciar que ambos buques ya no se harán en Vigo.

"Tersan ha firmado los contratos para los cruceros tres y cuatro", anunció el consejero delegado de Havila, Arild Myrvoll. Es un astillero de Yalova, en Turquía, que se había adjudicado ya los dos primeros. Allí están listos para su botadura; en Beiramar solo se han montado 16 y 19 bloques de cada uno de ellos, y no se han tocado desde el 5 de julio pasado. La construcción de estas cuatro unidades es una cuestión casi de Estado en Noruega. Hasta hace dos años las rutas costeras -una especie de concesión pública- estaban en manos de la naviera Hurtigruten, hasta que el Gobierno nórdico decidió partir en dos el contrato y dar entrada a la competencia. Era Havila, que proyectó la construcción de cuatro buques de 122 metros de eslora y propulsión híbrida (baterías y gas natural licuado). Decidió hacer dos en suelo turco (Capella y Castor), y otros dos a vista de las Illas Cíes (Pollux y Polaris). "Barreras no podía asumirlo", zanjó Myrvoll. Se abre ahora un complejísimo proceso de arbitraje en la Corte de Londres -los pedidos están bajo jurisdicción británica, sujetos a garantías de Barents Re- para el que Barreras ya enseña sus cartas. Será "muy contundente en su reclamación de daños y perjuicios". La naviera acusa al astillero de haber utilizado al menos 20 millones de euros de su dinero en el crucero de Ritz, y exige la devolución de 36,8; Barreras replica por "incumplimientos" de la firma nórdica, cuya falta de pagos -sostiene- provocó su insolvencia.

"El business plan de Ritz los había incluido", exponen fuentes de toda solvencia, aún a pesar de las malísimas relaciones entre ambas partes desde hace semanas. Cruise aseguró estar en disposición de construir su Evrima, los dos cruceros de Havila, el ferri de Armas y un buque para Malaga Cruises de unos 200 millones de coste. "No le queda ninguno en firme, salvo el suyo". Es más, la naviera que comanda Douglas Prothero había asegurado hasta ayer mismo estar dispuesta a "ayudar al astillero a negociar con Havila", dando por hecho que el interés de los noruegos por quedarse en Vigo no había desaparecido. Pero lo cierto es que la satisfacción con Tersan, sumada a la "falta de comunicación" con Barreras, rompió cualquier posibilidad de armisticio. "Lo que hemos visto de Tersan hasta ahora en términos de su construcción de los dos primeros buques parece muy prometedor. Se ajustan al cronograma y su trabajo es de alta calidad", resumió Myrvoll. No concretó si el doble pedido entró en vigor -con el desembolso del primer hito-, si bien fuentes del mercado explicaron que "un anuncio así, oficial, es firme". Adiós para Barreras a un encargo de 300 millones de euros.

De acuerdo a las mismas fuentes Havila podrá volver a echar mano de la entidad pública rusa State Transport Leasing Company (GTLK), con quien firmó en verano un contrato de arrendamiento de los barcos ya iniciados en Tersan. Los vendió y adquirió el derecho de usarlos durante diez años en régimen de alquiler; ingresó 171 millones en aquella operación. "Havila Voyages tiene suficiente capital y respaldo para financiar íntegramente los cuatro cruceros" en Turquía, agregó la naviera. Debido a un error de diseño de la oficina técnica Havyard Design & Solutions (del mismo holding que Havila), los barcos tuvieron que ser reformulados debido a su sobrepeso. En Tersan optaron por reemplazar placas de acero por aluminio a fin de reducir el peso y rebajar el calado, mientras que en Barreras se había optado por un alargamiento de nueve metros, lo que redundaría en más camarotes a habilitar.

Las reacciones

El anuncio se recibió con más o menos inquietud según la parroquia. "Es algo que sospechábamos; pese a las conversaciones, estaba perdido", lamentaron desde la industria auxiliar, que vivió en carne propia desde el primer momento las desavenencias entre astillero y naviera. Sobre todo las de aceros, dado el parco avance en el proceso constructivo. "A Barreras le toca buscar cosas nuevas y ya ha llamado gente ofreciendo contratos", agregaron las mismas fuentes. Para la Xunta el portazo de Havila no cambia nada si el astillero lo suple con nueva carga de trabajo. "Puede ser igual de viable si hay otros pedidos. Es necesaria carga de trabajo y un plan de futuro para garantizar la viabilidad".

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