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El ultimátum de Ritz para apoyar en 24 horas su plan divide a las auxiliares

Las empresas piden a la Xunta que asuma la mitad de la deuda de Havila

Las dos unidades encargadas por Havila en las gradas de Barreras. // Google Earth

"Unos quince días". Es el plazo que Cruise Yacht Upper Holdco (utiliza Ritz-Carlton Yacht como marca comercial) estimó que necesitaría el juez para homologar su plan de refinanciación. El que eleva el precio del minicrucero de lujo Evrima hasta los 321,5 millones de euros; el que le otorga la propiedad sobre el buque, aun sin terminar y antes -al igual que el proyecto técnico-, activo de Hijos de J. Barreras; el que le confiere el poder de gestión sobre el astillero, sin ser accionista. Y del que no se fía ni la industria auxiliar ni la Administración autonómica. Pero antes de que se cumpla ese plazo la naviera que dirige Douglas Prothero quiere que al menos el 60% de los apoyos, firmados ante notario, de las subcontratas, a fin de bloquear cualquier demanda posterior de concurso. Lo tiene casi hecho, aunque en el camino ha partido en dos a un colectivo al que Barreras debe 23 millones de euros. Y todo, si se ejecuta esta hoja de ruta, no lo van a recuperar. Un déjà vu de la desaparecida Factorías Vulcano. Porque, para empezar, el acuerdo financiero no incluye el abono de los algo más de diez millones de euros en facturas vinculadas al proyecto Havila, paralizado en julio y cancelado en noviembre.

"Están muy divididas. Unas optan por firmar, maximizar la recuperación de las deudas, y otras no", exponen fuentes conocedoras de las negociaciones. Dado que Ritz no pretende modificar una coma de sus planteamientos, la pelota ha pasado ahora al tejado de la Xunta y a petición de las propias auxiliares. En un encuentro mantenido ayer con el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, el clúster Aclunaga -agrupa a parte de las afectadas- planteó que el Ejecutivo autonómico asuma la mitad de las deudas contraídas con los dos cruceros de la noruega Havila Kystruten. Esto es, de reducir las pérdidas a poco más de cinco millones de euros, lo que equivaldría a una quita de en torno al 21%. El mecanismo para hacerlo se antoja complicado, dado que la Xunta ha incidido en que no aportará dinero público a fondo perdido. Y eso, en esencia, lo es. "Una vía para hacerlo -indican otras fuentes- pasaría por ceder los derechos de cobro de esas facturas" al Gobierno gallego. De nuevo, un dinero sin retorno para las arcas públicas. Esta es la maximización que plantea Aclunaga pero que, de momento, rechaza Uninaval. Esta última plataforma fue, por cierto, la que respaldó por unanimidad el conceder tres meses a Ritz para ponerse al día con los pagos, decisión de la que se arrepienten internamente. Entonces Aclunaga no hizo lo mismo.

Entienden las auxiliares favorables a adherirse al plan que este mecanismo permitiría salvar la entrega del Evrima. "La clave es la deuda actual". Qué suceda a partir de entonces es una equis que no deja de ganar dimensión, si es que el barco deja el astillero ya terminado. Como publicó ayer FARO, el temor a que Cruise Yacht se lo lleve antes de tiempo es evidente y generalizado, toda vez ya es propiedad de la naviera y teniendo en cuenta que se habrían liberado los casi trece millones que aportará otro tax lease (resultado de elevar el precio del contrato). Aunque la compañía maltesa ha requerido a Barreras que esté listo para septiembre, los propios técnicos del astillero aseguraron que es un plazo inviable. En distintas subcontratas consideran que son precisos tres meses para arrancar la plena actividad, y otros nueve para rematarlo.

División

Las auxiliares más críticas con el planteamiento de Ritz coinciden en recordar que ellas no fueron las responsables de "crear el problema" y censuran, como muchas otras veces antes, la falta de transparencia. "La gente lo que quiere es cobrar lo que se le debe y claro que hay desconfianza", aseguraba un empresario de Vigo consultado por FARO. Porque a falta de un día para tomar una decisión, el enfado no ha ido a menos desde que conocieron la propuesta. "Nos están ninguneando y hay gente que ya perdió dinero en el pasado en Barreras y ahora en Vulcano", señala el gerente de otra firma.

Algunas de las empresas han firmado ya el acuerdo -"cada uno hace lo que quiere"-, pero otras se niegan a hacerlo sin una vía de escape, que según las mismas fuentes pasaría por permitir que una empresa "sea libre de poder reclamar"- Este será uno de los temas que tratarán hoy las empresas agrupadas en Uninaval en un encuentro que se antoja clave para el futuro del Evrima.

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