El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, se mostró ayer cauto a la hora de valorar los posibles recortes en la retribución a la actividad de la distribución de gas natural, hasta que sea una decisión definitiva por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pero advirtió que el grupo "adaptará su nivel de inversión" a la retribución que reciba. En rueda de prensa para presentar los resultados del ejercicio 2019, Reynés señaló que todavía se está pendiente de que la propuesta de circular de la CNMC, enviada a consulta al Consejo de Estado y que propone finalmente un recorte del 9,6% en la retribución por esta actividad -realizada en torno a un 70% por Naturgy- para el periodo 2021-2016, suavizando el hachazo inicial del 17,8%, sea "jurídicamente algo definitivo" para poder hacer un análisis del impacto para la compañía.

No obstante, subrayó que el grupo "adaptará su nivel de inversión y crecimiento" en vistas de cuál sea finalmente esa retribución, ya que, por "disciplina financiera, como debe de ser en un buen administrador, hay que invertir lo que se recupera", dijo. Así, invitó a conocer cuál será finalmente el contenido de esas circulares para saber "cuánto permiten llevar a cabo inversiones" y añadió que, en función de ello, "tendremos que dimensionar la plantilla que corresponda".

Por otra parte, el presidente de del grupo energético defendió el papel que debe jugar el gas natural "como una solución" en el proceso de transición energética como respaldo para mantener la estabilidad del sistema eléctrico hacia los objetivos de descarbonización y la masiva entrada de renovables para ello, aunque descartó la necesidad de construir más ciclos combinados, debido a que ya los existentes están "infrautilizados".

En cuanto al balance económico anual, Naturgy obtuvo un beneficio neto de 1.401 millones de euros en el año 2019, frente a las pérdidas de 2.822 millones de euros reportadas en el ejercicio anterior como resultado del deterioro de casi 4.900 millones de euros apuntado por el grupo por la depreciación que llevó a cabo de sus activos, especialmente los de generación en España, informó la compañía. Excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario de la energética fue de 1.432 millones de euros, un 15% más que en 2018, impulsado por la reducción del perfil de riesgo y los progresos en su plan de eficiencia, con los que ha compensado un ejercicio marcado por un escenario energético más adverso. El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Naturgy a cierre de 2019 se situó en los 4.562 millones de euros, un 13,5% más. En términos ordinarios, alcanzó los 4.668 millones de euros, un 6% más.

La energética, que con estos resultados avanza en la consecución de su plan estratégico 2018-2022, invirtió en 2019 un total de 1.700 millones de euros, de los que más de un tercio -unos 600 millones de euros- se destinaron a renovables. De esta manera, la energética ha incrementado su capacidad verde instalada a lo largo del ejercicio en casi un 22%, hasta alcanzar casi 5.000 megavatios (MW) a nivel global.