Pescanova es la joya de la corona da cartera de participadas de Abanca. Aunque la inversión industrial no es una prioridad para la entidad, muy concienciada en la importancia de centrarse en el negocio "core" financiero, todo lo ocurrido en la pesquera y dada su transcendencia en el tejido productivo de la comunidad obligó a la banca acreedora a quedarse y dar músculo a la compañía para salvarla de la quiebra. Poco a poco, Abanca se ha convertido en su máximo accionista. Tiene casi el 40% del capital. "Estamos trabajando con la gerencia. Se ha contratado un estudio a una firma consultora para definir la vocación estratégica del negocio, conjuntamente con el resto de accionistas", explicó ayer Juan Carlos Escotet.