El largo periodo de interinidad del Gobierno central dejó en el aire la convocatoria de nuevas subastas de potencia renovable como las organizadas en 2016 y, sobre todo, 2017, para avanzar en al descarbonización de la economía y aumentar el consumo sostenible. Y ese será una de las principales reivindicaciones que el nuevo Ejecutivo tendrá desde Galicia, según avanzó ayer el presidente de la Xunta, que reclama la organización de nuevas pujas "para facilitar una verdadera transición energética justa y ordenada".

Galicia acabó el pasado 2019 con la incorporación de 18 nuevos parques eólicos, que suman 415,24 megavatios (MW). Con ellos la comunidad supera ya los 3.800 MW de potencia para aprovechar el viento como fuente de electricidad. La previsión es que a lo largo de este 2020, según Feijóo, entren en funcionamiento otros seis parques eólicos -la mayoría de los desarrollados por Greenalia, por ejemplo, tuvieron que aplazarse para este ejercicio por problemas de tramitación, según criticó la compañía- con 143 MW. La potencia total en eólica en Galicia rozaría así los 4.000. A pesar de la petición de incremento de potencia renovable, el líder del ejecutivo autonómico no considera que esto choque con su defensa de que la térmica de As Pontes siga operativa hasta que se instale la potencia "verde" necesaria para alcanzar la misma capacidad de producción que la central de carbón.

Precisamente contra posibles proyectos eólicos "abusivos" se constituyó ayer la Rede Galega por un Rural Vivo, formada por plataformas y colectivos vecinales de 16 concellos que buscan unir fuerzas y trabajar por un "marco legal justo" para que el rural gallego "no desfallezca".