Son un colectivo indispensable para el mercado de trabajo, la generación de riqueza y el sostenimiento de las cuentas públicas. Solo en Galicia los trabajadores por cuenta propia equivalen a en torno al 20% de los empleados de alta, y aportan unos 800 millones de euros anuales en cotizaciones. Aunque algunos pagan más de lo que debieran, como clama la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Sus ingresos son insuficientes para compensar el pago de la cuota mínima, fijada para este año en 286,15 euros; están "en bancarrota". La adaptación de los pagos mensuales a los ingresos reales es un reivindicadísimo reclamo del colectivo, y un compromiso que suscribió el año pasado el ministerio que comanda -de momento y en funciones- Magdalena Valerio. El presidente de UPTA, el gallego Eduardo Abad, pone cifras a la sangría: son cerca de 42.000 los autónomos gallegos que trabajan a pérdidas. "En toda España tenemos unos 600.000 profesionales que cotizan por encima de sus posibilidades, no pueden asumirlo", clama.
Los datos son oficiales, de la Agencia Tributaria -los últimos se corresponden con el ejercicio 2017-, y evidencian una "doble velocidad" que el colectivo quiere remediar. "Hay autónomos que pagan de más y otros están infracotizando". En concreto, de los 214.625 trabajadores por cuenta propia de alta ese ejercicio -se han perdido ya por el camino casi 5.000 afiliados-, fueron 41.899 los que declararon pérdidas. "El sistema contributivo que proponemos, por ingresos reales, aumentaría significativamente las bases de cotización de los autónomos que infra cotizan muy por debajo de sus posibilidades, y sería una manera eficiente y eficaz, ya que las cotizaciones responderían a criterios de homogenización de forma escalonada, de permitir al sistema mejorar la recaudación y con ello garantizar, de manera más justa, la sostenibilidad de éste", expone Abad.
Con el agravante de que el grueso de estos trabajadores, más de 31.300, cuentan con empleados a su cargo. Y, más aún, que la gran mayoría tiene más de 57 años. "Nos encontramos con un grupo que está aguantando malamente para llegar a la edad de jubilación, malviviendo". El perfil del autónomo en Galicia es de un colectivo veterano, ya que apenas el 22% cuenta con menos de 39 años, como constatan las cifras del Ministerio de Trabajo. Con un factor diferencial respecto a la media nacional, ya que los gallegos son los que menos están suscritos a la base mínima de cotización, como publicó este periódico. Mientras que en el conjunto del Estado el 85,5% de los autónomos pagan el mínimo establecido -ahora, esos 286,15 euros mensuales-, en Galicia esta proporción apenas rebasa el 76%. Esta ratio ha descendido en los últimos años, precisamente para mejorar las condiciones de jubilación. Mientras un jubilado del régimen general percibió en noviembre una paga de 1.150,71 euros de promedio, un autónomo ingresó 655 euros.
Dado que Valerio se había comprometido con UPTA a equiparar las cotizaciones con los ingresos reales, para esta asociación un cambio de responsable en el Ministerio -a manos de la ferrolana Yolanda Díaz- no es una buena noticia. Para Eduardo Abad "las negociaciones iniciadas con la ministra y su equipo deben continuar. Una nueva dirección no beneficiaría al colectivo, de haberla tan sólo respondería a un beneficio partidista, que sin duda no respondería a los intereses de más de tres millones de trabajadores". Con todo, en el programa de gobierno suscrito entre el PSOE y Podemos figura este mismo compromiso de forma explícita: "Se establecerá un sistema de cotización por ingresos reales, sobre la base de la información fiscal, que les comportará mayor protección social en caso de desempleo, enfermedad o jubilación y que evitará que los y las autónomos que menos ingresan paguen una cuota excesiva".
