Quizás hay pocos sectores más escrutados fuera de nuestras fronteras que el de la construcción naval. Lo vivió en carnes con el viejo tax lease -del que después se demostró su legalidad-, sobre el que pesó la acusación de constituir una ayuda ilegal de Estado. Y no es la lupa de la competencia sino el marco jurídico el que hace impensable que Hijos de J. Barreras, o cualquier otra empresa privada, pueda recibir una inyección de fondos públicos sin garantías de retorno. No las hay en el planteamiento formulado por Cruise Yacht Upper Holdco Limited ( doing business as, que explota la marca comercial Ritz-Carlton Yacht Collection) al Ejecutivo autonómico, como coinciden las fuentes consultadas. Como avanzó ayer FARO, la hoja de ruta de la naviera pasa por dar entrada a la Xunta con una ayuda "a fondo perdido". "En esencia lo es". Asciende a 40 millones de euros. El conselleiro de Economía, Francisco Conde, se afanó ayer públicamente en su respuesta. "Hay que dar una respuesta integral, a toda la carga de trabajo, e identificar cuáles son las necesidades financieras", resumió. Y agregó a renglón seguido: "A partir de ahí, identificar qué es posible y qué no. No es posible establecer ayudas a fondo perdido".
Ritz-Carlton Yacht Collection se garantizó hace tres semanas el apoyo de dos de los tres accionistas de la compañía (Pemex y Albacora) para tutelar la gestión con una cesión de derechos, sin una operación de compraventa y con la única pretensión de rematar su crucero de lujo Evrima. Los aliados del responsable de la naviera, Douglas Prothero, son accionistas en posición de salida, como han evidenciado ya, de ahí que el mensaje de la Xunta se dirija al directivo canadiense. "Los accionistas deben dar una solución y, sobre todo, el armador plantear algo que sea viable" para garantizarse la "colaboración" que el Ejecutivo gallego pueda ofrecer. Que sí hay mecanismos, pero no tienen cabida en el plan propuesto por Ritz.
Si los apoyos son "a fondo perdido" la Xunta "no podrá acompañar las necesidades del astillero", de las que el departamento de Conde conoce lo que se le ha trasladado. No dispone de la auditoría de Deloitte -la no entrega de este informe (IBR) incomoda a la administración gallega y estatal-, así que las muescas que puedan existir en las cuentas de Barreras siguen siendo una incógnita. Al margen del crucero Evrima la cartera de Barreras se completaba con dos buques para Havila Kystruten -cancelados, la naviera ha ejecutado las garantías- y un ferri para Naviera Armas que enfila el mismo camino.
