En dirección a la transición ecológica queda un largo camino por recorrer. Estará -se presume- sembrado de dificultades, reconversiones y daños colaterales. Y sin embargo, es un camino sin vuelta atrás. "Sí o sí" hay que partir hacia ese rumbo, se vaticinó ayer en una nueva edición de los Diálogos con FARO, esta vez centrado en el papel de las redes de electricidad en el nuevo paradigma energético, industrial y también urbano. Pero no solamente vale el cambio como fin en sí mismo. Esa fue otra de las conclusiones: la transición, o es "justa", o no será. Y para ello -tercer colofón- es imperativo arbitrar un sistema estable que haga más atractivo el uso e implantación de las renovables, si acaso corrigiendo el funcionamiento actual del mercado y rebajando en último término el precio de la factura.
Galicia, en cuanto a producción, tiene ya puestos algunos mimbres en ese cesto. El último balance del Instituto Enerxético de Galicia (Imelga) estimó que en 2017 el 40,7% de la generación eléctrica de la comunidad procedía de fuentes renovables (hidráulica, eólica, biomasa, biogás, solar fotovoltaica?), y el sector eólico autóctono acumula a día de hoy 4.500 MW en futuros parques, a la espera del permiso de conexión.
A ese caldo de cultivo se suma un consenso social cada vez más sólido a favor de una horizonte verde (2050 es la frontera fijada por el Gobierno para la descarbonización ), no siempre explicado desde todas sus aristas, como coincidieron en señalar en la mesa el director de la Zona Norte de Unión Fenosa Distribución (UFD, la distribuidora de electricidad de Naturgy) Julio Gonzalo; el delegado de la Zona de Pontevedra de la compañía, Francisco Javier Ramos; Juan Rodríguez, director general y CEO de Energy Lab; y María José Caride, edil de Urbanismo del Concello de Vigo, en un encuentro moderado por Lara Graña, jefa de Economía de FARO.
"Todos queremos la descarbonización y evitar el problema de la capa de ozono, pero no sé si todos somos conscientes de que lo implica llegar ahí", introdujo Gonzalo. "A lo mejor lo explicamos mal, porque quizá la sociedad tiene que hacer sacrificios, no todo es tan bonito como querer energías verdes y que baje la luz", añadió, haciendo hincapié en la concatenación de anuncios de cierre de centrales térmicas y en la urgencia de que en los cambios, aun asumiendo que no llegarán "de la noche a la mañana", se minimicen los perjuicios.
Pese a todos, ese viaje seguramente escondan alforjas, en forma de despidos en sectores obsoletos. "Seguramente los ganadores no los tenemos claramente identificados y los perdedores, sí", expresó Caride. Ahí es donde entran en juego los "mecanismos de compensación" que, en paralelo a los nuevos "nichos" de negocio para la industria 4.0, habrá que establecer a medio plazo. Otro punto de inflexión que habrá que afrontar será el preguntarse "qué queremos ser", como declaró Francisco Javier Ramos: si el de "instaladores de paneles, fabricantes o innovadores". Y cuando el sector coja "ritmo", "seguramente seremos capaces de trasladar a la sociedad esas mejoras que ahora son difíciles de vislumbrar".
Lo que no cabe es jugar a lo que Juan Rodríguez, CEO de Energy Lab, denomina la "ruleta rusa" de los efectos del cambio climático. Al contrario, el responsable del centro tecnológico de eficiencia energética y sostenibilidad apeló a la necesidad de "dejarse ayudar", "estar dispuesto a ser flexibles" y apostar por los empleos del futuro y la formación continua. "Que haya sectores que no hayan previsto que el fin del carbón era más o menos inminente, seguramente ha sido por una mala previsión". Y quien no vea lo que está por delante, "va a sufrir", sentenció.
Sin embargo, el sector de las energías limpias encierra un paradoja expuesta por el director de la Zona Norte de UFD: aunque "en teoría" el sol y el aire "es gratis", el mercado de renovables, tal y como opera hoy día, acaba "penalizándola" por la búsqueda lógica de rendimientos entre los ofertantes. La reflexión de Julio Gonzalo respondía a otra de María Jose Caride, con la "chaqueta del consumidor" puesta, como la denominó. "Si el mix de renovables es tan importante en Galicia, y socialmente más rentables por qué los gallegos pagamos la energía más cara de España?". La concejal del gobierno vigués apostó decididamente por incentivar el consumo de fuentes limpias, haciendo que estas sean "atractivas en precios". " Para que la reducción de carbono sea eficaz, la variable coste es tremendamente importante, y además, el servicio".
La red, en buen estado
Al debate sobre los consumos se suma la compleja red de variables que computan dentro de la propia factura, entre impuestos (en última instancia, decisiones políticas) y otros costes de producción. Y todo, en un contexto de cambio intrínseco del sector, que quiere despojarse de los estereotipos. Tal y como expuso Gonzalo, el futuro de las compañías de distribución de la energía pasará por satisfacer la demanda de un cliente que no exigirá apretar el interruptor, sino que abogará por un servicio "más tecnificado y digitalizado". Reconvertirse, al cabo, en una "plataforma" tractora en la que primará modernizar la actual red, con más presencia digital y sensores que aporten información. "La mayor parte de la inversión no es para red nueva, sino para mejorar la que tenemos", enunció el responsable de UFD.
La distribuidora de Naturgy gestiona en Pontevedra 32 subestaciones, 5.000 centros de transformación y medio millón de usuarios, y ha renovado instalaciones en la subestación de Barro, en el Troncal, en la subestación de O Rosal o completado la instalación de contadores inteligentes (con capacidad de generar hasta 500 datos al día), así como incrementar en un 60% los puntos "telecontrolados", para reponer posibles caídas del servicio prácticamente al instante. "No estamos a la espera de que lleguen las señales", justificó Francisco Javier Ramos, delegado de UFD en la provincia, "sino que ya estamos anticipándonos. En los últimos tres años han invertido más de 80 millones, aunque si la electrificación sigue avanzando, se requerirá redoblar el gasto. "La realidad es que tenemos una red que, en términos de coste de mantenimiento y digitalización, está más avanzada que en Francia, Alemania y por supuesto, Inglaterra", abundó Gonzalo. De hecho, los datos de UFD reflejan que en Vigo, "fruto de las inversiones" y pese a los requiebros de su orografía, el índice Tiepi (Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada), empleado para calibrar las interrupciones del servicio, mejoró un 16% entre 2017 y 2019. Eso en el plano general. En el particular, en puntos como la factoría de PSA -que depende en gran medida de la distribución de Red Eléctrica-, están a la espera de la llegada de las redes de muy alta tensión para evitar los "huecos" frecuentes en el suministro.
En las urbes
Así pues, además de trabajar por una transición justa haciendo competitivas las renovables y modernizando las redes, las ciudades cumplen otro papel fundamental. Tarea "apasionante", recordó Caride: "Tenemos muchísimo que decir". La responsable de Urbanismo del Ayuntamiento recetó capitales "más compactas", con más desplazamientos a pie -en las encuestas de movilidad del Concello se detecta una menor dependencia del coche privado-, con espacios verdes o con una voluntad de impulsar rehabilitaciones "para conseguir edificios que energéticamente consuman muchos menos". En las luminarias públicas, por ejemplo, Caride recordó que, gracias a la implantación masiva de LED, la ciudad se ha ahorrado un 20% en la factura incluso aumentando un 10% la red. "Creo que vamos en la dirección correcta", resumió, de la que el futuro PXOM no se desviará. Caride avanzó que el nuevo plan de urbanismo tendrá muy en cuenta la defensa de las costas ante el cambio climático, los espacios singulares y un uso, en fin, más razonable del territorio.
El transporte electrificado también se perfila como imprescindible en el mapa de las nuevas ciudades, en la actualidad las responsables de "dos tercios de las emisiones de gases con efecto invernadero a nivel mundial", como trajo a colación Juan Rodríguez. El CEO de Energy Lab abogó, mientras se buscan fórmulas para expandir las renovables y hacerlas competitivas, por estimular la "reducción de la demanda" con medidas "pasivas" en edificación, la iluminación o transporte, citó.
En ese sentido, los vehículos eléctricos no son el futuro: son ya presente. Un día después de que el alcalde adelantara la instalación de 27 postes eléctricos para facilitar el uso de los coches menos contaminantes, los responsables de UFD tendieron la mano a la administración local para estudiar la expansión de nuevos puntos si el resto de operadores se mostraba remiso en el negocio. Todo cabe en el irreversible camino de la transición energética.
JUAN RODRÍGUEZ - DIRECTOR Y CEO DE ENERGY LAB
"Hay una necesidad de no jugar a la ruleta rusa con los efectos del cambio climático"
JULIO GONZALO - DIRECTOR DE LA ZONA NORTE DE UFD
"En teoría el aire y el sol es gratis, pero en el mercado se penaliza la compra de energía limpia"
FRANCISCO JAVIER RAMOS - DELEGADO DE ZONA PONTEVEDRA DE LA UFD
"Cuando el sector alcance ritmo, trasladaremos las mejoras que ahora son difíciles de vislumbrar "
MARÍA JOSÉ CARIDE - CONCEJAL DE URBANISMO DE VIGO
"Para conseguir la reducción de carbono, el coste es tremendamente importante"
