Trabajadores de Ence en sus plantas de Pontevedra y Asturias, así como transportistas y empleados de las empresas auxiliares que dan servicio a la pastera han recorrido en la mañana de hoy las calles del centro de Madrid para exigir la continuidad de la fábrica de celulosas que actualmente funciona en Lourizán, en la ría de Pontevedra. Cabe recordar que el futuro de esta instalación industrial está amenazado por un proceso judicial en el la Audiencia Nacional deberá determinar si la concesión otorgada en 2016 por el gobierno en funciones de Mariano Rajoy se ajusta o no a la legalidad. La posición de Ence en este proceso judicial se vio seriamente dañada por el cambio de postura de la Abogacía del Estado con la llegada al gobierno del PSOE, dado que la Abogacía del Estado se allamó en la demanda interpuesta por el Concello de Pontevedra, Greenpeace y la APDR contra la prórroga de la concesión, señalando ahora la administración que la pórroga concedida a Ence no es "conforme a derecho".

Cabe recordar que una caravana 165 camiones y unos 130 vehículos ligeros de trabajadores vinculados a la actividad de Ence partieron ayer desde Galicia y Asturias rumbo a Madrid para manifestarse en contra del posible cierre de la fábrica pontevedresa. Se trata de trabajadores directos, de auxiliares, transportistas y forestales de las fábricas de Ence, quienes ya iniciaron la manifestación que partió de la sede del PSOE en la calle Ferraz para recorrer posteirormente las calles Marqués de Urquijo, Princesa, Gran Vía, Callao, Preciados, Puerta del Sol y Carrera de San Jerónimo, para llegar al Congreso de los Diputados sobre las 13.00 horas, cuando leyeron un manifiesto.

Estaba previsto que los camiones quedaran aparcados en el área de La Atalaya, en la M-50, aunque temían que el recinto se quedase pequeño. Los transportistas se trasladaron en autobús hasta la sede del PSOE, donde se unieron con el resto de trabajadores.

Desde la compañía y los propios trabajadores no solo se defiende la legalidad de la concesión sino que también se destaca que en materia medioambiental, la planta de Pontevedra resulta "modélica", puesto que de una de las dos únicas de Europa que blanquea la celulosa con agua oxigenada sin utilizar cloro, rigiéndose por "los más altos estándares de responsabilidad medioambiental".

Por último, también subrayan la importancia económica de la actividad de Ence para Pontevedra y Galicia. Sostienen que de esta fábrica dependen, de forma directa a indirecta, más de 5.100 familias, con 400 empleos directos, el 90% de ellos con contrato indefinido. La celulosa de Ence supone la mitad del tráfico del Puerto de Marín -entran cada día hasta 300 camiones en la fábrica-, ya que se exporta el 95% de la producción, contabilizando, asimismo, el 28% del PIB de Pontevedra.