Gran parte de la crisis en la que se ha sumido Hijos de J. Barreras se ha digerido en silencio: de los accionistas, las auxiliares, las navieras y la plantilla. Pero los trabajadores han decidido romper ya esta relativa quietud y hoy protagonizaron una primera protesta frente a las puertas de la empresa. Citados por el comité, los empleados cruzaron la vía para visibilizar que tras las verjas hay un complejo escenario que amenaza con llevar a concurso al mayor astillero privado de España.

Además de esta primera acción el comité de empresa baraja también la convocatoria de paros parciales. De inicio la plantilla había decidido dar un plazo de un mes a Barreras, con una paz social casi absoluta, para que el astillero resolviera su futuro. Consumido ese tiempo, la compañía todavía no ha amarrado una solución de viabilidad, si bien está tratando de retomar la actividad.