Además del buen manojo de taifas, en Hijos de J. Barreras conviven desde hace semanas una multitud de relatos. Sobrevuelan sobre Beiramar distintas verdades, algunas contradictorias entre sí, que elevan la tensión sobre un proceso ya agónico de negociación al margen del cual se han ejecutado ya más de un millar de despidos, como avanzó ayer FARO. Los relatos emanan de todas partes: de las navieras (Ritz-Carlton, Havila), la banca, las auxiliares o la propiedad (Pemex, José García Costas y Albacora). Sus discursos casi nunca coinciden. De ahí que, mientras la armadora norteamericana insista -es su último mensaje oficial- en que su objetivo sigue siendo la búsqueda de soluciones "a largo plazo" para el astillero, haya trasladado a las entidades financieras que su prioridad pasa por rematar el buque de ultralujo Evrima. O que, aunque Havila haya asegurado en nota de prensa que mantiene su proyecto de cruceros en Beiramar (dos unidades, Pollux y Polaris), tiene contactos formales con otras atarazanas. Y un ejemplo más: Barreras está casi paralizada, y una relación más que inflamable con Ritz-Carlton; aún así, ha contactado con auxiliares para arrancar el segundo crucero para los americanos antes de final de año. ¿Cómo es posible, en preconcurso, tras la desbandada de proveedores y sin despejar su viabilidad?
El 30 de mayo el astillero acogió con gran boato la firma del contrato de ese segundo crucero (construcción 1706), prácticamente gemelo al Evrima, a entregar en 2021. En la ceremonia se escenificó la buena sintonía entre responsable de la naviera, Douglas Prothero, con Barreras. En aquel contrato -sin entrada en vigor- se incluía una cláusula adicional en base a la cual el pedido se podía cancelar si el primero de los hitos de construcción, la puesta de quilla, no se realizaba antes del 31 de diciembre, según pudo averiguar este periódico. Es este punto del contrato el que explica, a juicio de las mismas fuentes, que el astillero pretenda arrancar el proyecto en las próximas ocho semanas, y que haya contactado para ello a la industria auxiliar. "Su intención es hacer la puesta de quilla, nos lo ha trasladado. En la empresa [por una de las auxiliares] lo están estudiando, pero es difícil", confirman fuentes conocedoras de los contactos.
Las subcontratas de aceros, indispensables en una primera fase de la construcción, fueron las más perjudicadas por los impagos del proyecto Havila, parado desde el 5 de julio tras sucesivos impagos. Alguna suma hasta dos millones de euros en facturas sin abonar, y dejaron de proveer material días antes de la decisión formal de Barreras de suspender el ensamblaje de los cruceros para Noruega, que deberían iniciar las rutas por los Fiordos a partir del 1 de enero de 2021. En las gradas 1 y 2 del astillero -el Evrima está en varadero- se montaron 19 y 16 bloques de estos barcos, además de otros 25 que permanecen en las instalaciones. Todo está en stand by. Para que la segunda unidad de Ritz-Carlton no incurriera en causa de cancelación, el hito de la puesta de quilla tendría que complementarse con bloques por "más de 200 toneladas". Es un material que no está en Vigo; es preciso encargarlo y, con el preconcurso, Barreras se ha quedado sin crédito financiero y comercial, por lo que tiene que trabajar al contado. "La mayoría de los proveedores, sobre todo si se les adeudan cantidades, no entrarán a trabajar sin anticipos", recuerda el abogado Ramón Ozores, experto en materia concursal.
Más contactos
La rueca no para, hilvana en Vigo -ayer se celebró otro consejo de administración, con la asistencia física de García Costas, Juan González Crespán y Carlos Pérez Bouzada- y en Madrid. En la capital española la agenda fue intensa por parte de los tres cabezas visibles de la naviera The Ritz-Carlton y el fondo Oaktree Capital Management (que le da respaldo financiero): Douglas Prothero, Andreas Krämer y JP Salazar. Los tres se reunieron con responsables de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), entidad participada por el Ministerio de Industria. Ésta fue la encargada de asegurar la operación del Evrima, con una póliza de seguro por riesgo de ejecución de avales, una póliza de crédito comprador y otra de seguro de crédito del circulante. La póliza de garantías fue suscrita con seis entidades financieras -CaixaBank actuó como agente-, con "obligaciones de reembolso asumidas bajo el contrato de construcción". El aval tiene un límite de 186,4 millones de euros. Aún con la ejecución de las garantías por parte de Cruise Yacht Ltd (consta como armadora en el contrato), el buque seguiría perteneciendo a Barreras toda vez se trata de un project finance. También el proyecto del barco, valorado en más de diez millones de euros.
En Madrid también hubo un encuentro en el mismo ministerio -que dirige en funciones Reyes Maroto-, al que asistieron en este caso miembros de Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar, la entidad que agrupa al grueso de los astilleros privados de España). No es la primera vez que en la crisis de Barreras se recurre al Ejecutivo central. Prothero recurrió a él para, con la mediación de cargos de "alto nivel institucional", abrir una vía de diálogo con Petróleos Mexicanos, propietaria del 51% de Hijos de J. Barreras. Hasta entonces la interlocución era nula, dado que la compañía azteca había delegado su gestión a una consejera de Madrid (Gracia López Granados); nadie de Pemex ha visitado la centenaria atarazana viguesa desde el mes de julio. Tampoco el presidente nombrado por la petrolera tras el cese de García Costas, Víctor Navarro.
