La economía española creció entre junio y septiembre un 0,4 %, lo que supone mantener el ritmo de crecimiento del segundo trimestre, el más bajo de los últimos tres años, de acuerdo con el avance de contabilidad nacional publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El crecimiento económico durante el verano ha estado sostenido por el consumo de los hogares y por la inversión empresarial, mientras que la inversión en vivienda y construcción se ha desplomado, y las exportaciones han caído en un contexto de deterioro del comercio mundial.

La demanda interna (consumo e inversión) aportó 1,2 puntos al crecimiento trimestral, mientras que la demanda exterior (exportaciones e importaciones) restó 0,8 puntos.

La ralentización de la economía ha afectado particularmente a la creación de empleo, que aumentó el 0,1 % entre junio y septiembre, cuatro décimas menos que el trimestre anterior y tres décimas por debajo del ritmo de crecimiento de la economía.

En comparación interanual, la economía española mantuvo un crecimiento del 2 %, del que 1,8 puntos provienen con la demanda interna y 0,2 puntos, de la externa.

El empleo aumentó a un ritmo del 1,8 % interanual, tasa siete décimas inferior a la del segundo trimestre, lo que supone un incremento de 332.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

Dentro de la demanda interna destaca el incremento trimestral del 1,1 % del consumo de los hogares, cuando el trimestre precedente se había quedado estancado, mientras que el crecimiento del consumo de las Administraciones Públicas aumentó cinco décimas, hasta el 0,9 %.

Más llamativo es el crecimiento del 7 % de la inversión empresarial (maquinaria y bienes de equipo), cuando un trimestre antes caía el 1,7 %, en tanto que la inversión en vivienda y construcción se desplomó el 2,6 %, frente al aumento del 0,5 % del segundo trimestre.

Las exportaciones cayeron el 0,8 %, cuando el trimestre anterior subían el 1,7 %, y las importaciones aumentaron el ritmo de crecimiento cuatro décimas, al 1,3 %, en línea con el incremento del consumo interno.

La actividad creció en todos los sectores menos en la construcción, donde cayó el 1,3 % trimestral, destacando la recuperación de la agricultura (1,5 %) y la industria (1,5 %) y el mantenimiento del sector servicios (0,4 %).

La remuneración de los asalariados creció el 4,6 % interanual, seis décimas menos que en el trimestre anterior, debido tanto al aumento del número de asalariados (2,3 %) como de la remuneración media por asalariado (2,2 %).

El excedente bruto de explotación (asimilable al margen empresarial) aumentó el 3,3 % interanual, igual que en el segundo trimestre.

El crecimiento interanual de la economía a precios de mercado fue del 3,7 %, lo que situó en el 1,7 % el deflactor implícito del PIB, que sirve para medir el efecto de la inflación.

La variación interanual del coste laboral unitario se situó este trimestre en el 2,1 %, cuatro décimas por encima del deflactor implícito de la economía.

El 30 de diciembre el INE actualizará los datos avanzados hoy con carácter provisional.