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La factura social del colapso en Barreras

Los proyectos de Ritz y Havila llegaron a sumar 1.800 operarios: "No hay más sitios donde recolocar"

Operarios trabajando en el crucero de The Ritz-Carlton. // Ricardo Grobas

La angustia es una tabla de excel. Una cuadrilla buena, grande, de operarios, repartidos por distintos astilleros: Barreras, Cardama, Freire, Armón... Hasta que uno, el más grande, se cae, y la hoja de cálculo se empieza a parecer a un obituario. "Tratas de recolocar, aquí y allá. Pero para la semana otros dos míos a la calle. Se acabaron las vacaciones. La magia desaparece". Es un empresario de la industria auxiliar, que ve languidecer una empresa que ha sobrevivido a los pisotones de Factoría Naval de Marín y Factorías Vulcano, y sufre ahora el colapso de Hijos de J. Barreras. Una más del centenar de firmas que han prescindido de más de un millar de operarios, adscritos tanto al proyecto Havila Kystruten como al del crucero para The Ritz-Carlton Yacht Collection. "Muy por lo bajo hay ese número de personas en el paro. Mil", relatan FARO fuentes conocedoras de la planificación del astillero: "Escalofriante".

Entre los buques de Havila y el de Ritz-Carlton el astillero llegó a contar con 1.800 operarios en el turno de mañana, tanto en gradas como en naves de aceros y previas. Ayer, a bordo del único barco del que no se ha paralizado su construcción, y al margen de los empleados de plantilla de Barreras, había 40 personas. "Antes íbamos capeando de astillero en astillero, pero esto es tan gordo...".Para las auxiliares es "imposible" que el conjunto del sector absorba un personal añorado y reclamado hace escasos meses -se llegó a plantear un plan retorno para extrabajadores del naval-, y que ahora vuelve a ser excedentario. Se da la circunstancia además que, respecto a las anteriores crisis de Vulcano y Factoría Naval, la industria ha perdido masa crítica, lugares donde capear el temporal. "En otras ocasiones los problemas [de Barreras] surgieron cuando Vulcano tenía trabajo", dice, por el año 2011. "Y cuando pasó lo de Factoría Naval, tanto Barreras como Vulcano estaban a tope, al igual que Freire". Hay dos astilleros menos en Galicia; ese excel es cada menos moldeable.

Del proyecto Havila se ejecutaron 60 bloques: 19 del primero de los cruceros y 16 del segundo, además de otros 25 desperdigados por las instalaciones de Barreras. Fueron las auxiliares de aceros, singularmente Maessa, las que antes sufrieron el impacto de la crisis del astillero. Las obras se paralizaron el 5 de julio; días antes varias firmas anunciaron que dejaban de proveer material ante los continuos impagos de la naviera noruega. Con el crucero de ultralujo para Ritz, Evrima, el golpe se democratizó. Algunas de las empresas ya habían ejecutado buena parte de su proyecto -o hasta que se quedaron sin cancha-, o almacenado todo el material en espera de ejecutar su parte del contrato. "Estaban pagando a 180 días, con lo que estamos cobrando ahora las horas y trabajos de mayo". El temor campa y se extiende, en espera de que ningún 5 de cada mes -día de cobro- se corten las transferencias.

La rueca gira en el astillero en paralelo a las conversaciones sobre la venta de la compañía o la búsqueda de un plan B que permita de algún modo la reactivación de la actividad. Barreras celebra hoy nuevo consejo de administración, sin que de él se esperen de momento avances que despejen un camino de viabilidad para el mayor astillero privado de España.

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