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La noruega Havila sondea ya a astilleros de la ría para reanudar sus dos cruceros

Los pedidos están sujetos a garantías de reembolso de Barents Re - En Barreras están montados solo 19 y 16 bloques de cada uno de los barcos

Es un contrato de 300 millones de euros para Hijos de J. Barreras, además de su primera experiencia con buques de propulsión híbrida (gas natural licuado y baterías). Pero la construcción de los cruceros Pollux y Polaris, para la armadora noruega Havila Kystruten, lleva paralizada desde el pasado 5 de julio. Y, aunque la compañía nórdica advirtió hace días de su deseo de desbloquear los pagos de forma inmediata, no se han dado las condiciones para que eso suceda. A saber, una aclaración sobre la situación financiera del astillero, despejando cualquier incertidumbre, primero, y garantías de reembolso para cada uno de los hitos pendientes, después. El inicio de las rutas por los Fiordos estaba fijado, en base a un concurso público con el Gobierno noruego, para el 1 de enero de 2021. Havila asumió un retraso de seis meses -el estreno de ambos cruceros arrancaría en julio- pero, dada la parálisis total de Barreras, se ha decidido a buscar alternativas. Y lo ha hecho, entre otros, con astilleros de la Ría de Vigo.

Así lo confirman fuentes del naval vigués a FARO. "No son barcos muy grandes, 124 metros". Las mismas fuentes destacan el hecho de que el proyecto de "alargamiento o aligeramiento" está realizado, lo que facilitaría la ejecución del pedido en un plazo relativamente corto. Como desveló este periódico, los cruceros sumaban un sobrepeso de 1.200 toneladas, lo que haría inviable su navegación por la mayoría de los 33 puertos que componen la ruta entre Bergen y Kirkenes. En éstos, el calado no puede superar los 5,2 metros, que rebasaban los buques por un error de diseño de la oficina Havyard Design & Solutions (perteneciente al mismo holding que la propia naviera). Mientras el astillero turco Tersan Shipyard optó por un aligeramiento del casco, con menos acero, Barreras optó por un alargamiento de nueve metros para compensar este defecto del diseño.

Hasta la fecha de suspensión de las construcciones el astillero vigués había ensamblado 19 bloques del primero de los barcos, y 16 del segundo. Otros 25 bloques están repartidos por las instalaciones de Beiramar. "Algunos se podrían aprovechar". En el sector exponen la posibilidad de un trasvase del contrato o de una subcontratación de los trabajos por parte de la propia Barreras. Los buques cuentan con garantías de reembolso de la aseguradora Barents Re, si bien estas fuentes consideran que no serían fáciles de ejecutar debido a los errores técnicos del diseño; la imputabilidad de las responsabilidades sobre el incumplimiento de los plazos no sería rápida de dirimir.

Además del estreno del naval vigués en el GNL como sistema de propulsión para cruceros -el ferri de Barreras para Armas, ahora en cuestión, también lo utilizará-, para los buques de Havila Kystruten se realizó el "mayor pedido" de este tipo de sistemas en el naval. "La potencia será más del doble que la de los ferris más grandes operados por baterías", como aseguró la firma encargada de su suministro, Norwegian Electric Systems (NES). El sistema híbrido de propulsión se diseñó para poder reducir un 25% las emisiones de CO2, un requisito impuesto por el Gobierno de Noruega para adjudicar las rutas marítimas costeras.

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