Pescanova no asignaba la construcción de un nuevo pesquero desde 1986. Desde aquel hito, protagonizado por el arrastrero Sil -ahora de Grupo Frigoríficos- la sequía ha sido larga, con un duro concurso de acreedores mediante. Pero la multinacional decidió, en el marco de su plan estratégico 2016-2020, la renovación parcial de su flota con el encargo de siete buques: tres para Namibia y cuatro para Mozambique. El primero, Lalandii 1, acaba de arribar a su nueva casa: la ciudad namibia de Lüderitz.

Se trata de un arrastrero fresquero de 50 metros de eslora, construido en Armón Vigo, astillero que se adjudicó el contrato completo de Nueva Pescanova. La segunda unidad, en este caso para faenar langostino en Mozambique, ya fue botado. Se llamará, como avanzó FARO, Ponta Matirre.