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Semana de "alta tensión" en la venta de Barreras

El astillero fija un consejo paralelo a las reuniones de Ritz con Xunta, Pymar y auxiliares

Un empleado de Barreras accede al astillero en Vigo // Marta G. Brea

Hijos de J. Barreras se parece más estos días a un gabinete gubernamental de crisis que a un astillero. Con el recuento diario de operarios bajo mínimos -en el único barco en fase de construcción, el crucero Evrima-, casi hay más actividad en el libro de actas del consejo de administración que en el varadero. Con los días al galope, devorando las horas; el acuerdo final para evitar la entrada en concurso de acreedores deberá formalizarse antes del 2 de febrero, y quedan solo 245 días para poder cumplir la segunda -y corregida- fecha de entrega del buque. Llama otra semana a la puerta con otro manojo de frentes abiertos y, de nuevo, "de alta tensión". Barreras acogió ayer otro encuentro entre los accionistas para trabajar en la formalización de la venta, en paralelo a la reunión del "comité de operaciones" de Ritz-Carlton Yacht Collection en Miami. "Se ha avanzado bastante, faltan detalles, pero hay buena predisposición y buen trato". ¿Se ha cerrado la transacción? No.

El encuentro arrancó pasadas las diez de la mañana, pero los "avances" no se sustanciarán hasta mediados de esta semana, cuando los responsables de la naviera y el fondo Oaktree (Douglas Prothero, JP Salazar y Andreas Krämer) regresen de Estados Unidos con el dictamen final de la compañía, filial del gigante Marriott International. Habrá otro consejo de administración, el cuarto en apenas dos semanas, que tendrá lugar martes o miércoles. De hecho distintas fuentes consultadas consideran que será a partir de este lunes cuando sí se dé cuenta de los pormenores del acuerdo a las demás partes implicadas, ajenas a todo el proceso pese a que de ellas también depende que se materialice un acuerdo para retomar la plena actividad en Barreras. "Se están montando las reuniones" con Xunta y Pymar, y se han programado también con la plataforma de auxiliares atrapadas en la crisis del astillero. ¿Conocen el sentido de las negociaciones entre accionistas y aspirantes a nuevos dueños? Tampoco. Las subcontratas reciben "mensajes de tranquilidad" del consejo y de Ritz-Carlton, pero desconocen si deberán renegociar a la baja los precios del barco -están predispuestas a hacerlo- o se le plantearán quitas, que rechazan de plano.

"Se nos trasladan sensaciones de optimismo que no se corresponden" con la "opacidad" del proceso, condenan otras fuentes implicadas. "No hay tiempo, quedan demasiadas cosas por hacer y muchas subcontratas no pueden aguantar más". Las partícipes del proyecto 1705 (el crucero de ultralujo Evrima) iniciaron su repliegue hace trece días, con el despido de 800 trabajadores, retirada de material y recolocación en otros astilleros o segmentos de negocio. No hay alternativa a Vigo para Ritz-Carlton, dado que el buque pertenece al astillero -es un project finance, Barreras seguirá siendo su dueño aunque se ejecuten los avales- y el proyecto de construcción también. El sobrecoste, de entre 50 y 60 millones, requerirá de una ampliación de las garantías (implica a seis bancos y el Cesce) y de una modificación del contrato de tax lease. "Esperemos volver pronto. Si el parón es de un mes, el retraso será de dos". Ritz-Carlton realizó una auditoría independiente del estado del barco y, en base a ésta -lo confirmó a FARO la empresa americana-, atrasó el viaje inaugural del 5 de febrero de 2020 al 14 de junio. Esta decisión se adoptó un día antes de la solicitud de preconcurso.

Por su parte, las subcontratas del proyecto Havila están menos convencidas, aunque este viernes recibieron la "reconfirmación" de que se harán en Beiramar. "Ritz-Carlton, ejerciendo ya de propietario, amagó con rescindir el contrato por los incumplimientos" de la naviera noruega, constataron fuentes internas de la atarazana. "Es una presión: o asumen todos los costes de la construcción o no se hacen". En las gradas de Barreras se acumulan, parados desde julio, 60 bloques de los cruceros Pollux y Polaris; siete millones de euros en moles de acero. Aún a pesar de que deberán ser alargados, y del coste adicional que implica la operación, las cuentas del astillero evidencian que su ejecución dejará dinero, que serán rentables. "Estamos todos convencidos de que no tienen [por Ritz-Carlton y Oaktree] vocación de permanencia. De cara a la venta, para Barreras implica un refuerzo en su expertise en el mercado de cruceros, y más valor para buscarle comprador". Havila ya ha decidido arrendar dos barcos para iniciar las rutas por los Fiordos el 1 de enero de 2021, contando con un retraso en la construcción de seis meses.

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