Es lunes, 30 de septiembre. Faltan seis minutos para las diez de la mañana en el barrio de Coconut Grove, Miami. The Ritz-Carlton Yacht Collection distribuye por mail el calendario de viajes de 2021 del crucero que construye en Vigo: Barbados, Islas Griegas, Croacia o Montreal. La comercialización de las rutas del año que viene seguían operativas, incluida la inaugural, del mes de febrero. Para que hubiese sido posible este hito, el estreno en Fort Lauderdale, Barreras tendría que haber rematado el buque llave en mano en solo 128 días, contando con los días de travesía hasta esa ciudad de Florida.
Martes, 1 de octubre, 12:32 del mediodía. Nuevo mail, esta vez desde Nueva York. La cadena hotelera informa de que, debido a los "problemas" de Hijos de J. Barreras ha tenido que anular todas las rutas comprendidas entre febrero y junio, y ofrece descuentos a los usuarios que ya habían comprado esos billetes. ¿Por qué, con el astillero sin alta dirección -José García Costas había sido cesado cinco días antes-, Ritz-Carlton consideró factible terminar el crucero para junio, aprentándose a sí mismo los plazos? "El barco está en un estado avanzado de construcción y tenemos una evaluación independiente de lo que se tardará en terminarlo", constató a FARO la naviera. Verificó a este periódico, aunque resultaba ya evidente, que Ritz conocía los retrasos y la imposibilidad de estrenar el Evrima el 5 de febrero. Aún así, mantuvo la venta de los billetes hasta el final.
Es una de las decisiones por las que se ha cuestionado con dureza al consejero delegado de la naviera, Douglas Prothero, que antes del cese de García Costas ya participaba en reuniones de planificación y organización de Barreras. "Es lógico que esté cuestionado", interpretan en la industria. Es más, la propia Ritz-Carlton, y así se lo trasladó a las entidades financieras, ha asumido parte de la responsabilidad en el sobrecoste del crucero ultrapremium. "Están dispuestos a cubrir una parte, pero no todo". De una desviación de hasta 60 millones de euros, la excúpula del astillero atribuye al equipo de Prothero más de la mitad, por los continuos cambios en el proyecto y las mejoras estéticas o en la futura fase de habilitación. "El encargado de obra de Barreras tenía un plano, y mi jefe tenía otro distinto", ilustra un trabajador de las auxiliares. Los errores de gestión y planificación de este buque se notaron "desde el principio".
En ninguna de las múltiples entrevistas que Prothero ha concedido en el último año y medio, principalmente con medios especializados en viajes de alta gama y transporte marítimo, ahorró en buenos calificativos para con el astillero. "Prothero está encantado con los progresos del proyecto en Hijos de J. Barreras", publicó la revista Cruise&Ferry el 29 de julio. Los cruceros de la naviera Havila llevaban, para entonces, más de veinte días parados. "Visito el astillero con mucha frecuencia, puedes ver el progreso. Hay mucho trabajo por hacer pero tenemos a los mejores haciéndolo", declaró en una entrevista anterior, con Insider Travel Report. "Pasamos de ser una empresa fantástica y bien dirigida a un desastre. O no se dieron cuenta o hay algo que no nos han contado", culmina un empleado de Barreras. "Tenemos total confianza en los hombres y mujeres que trabajan en el astillero, así como en los valiosos proveedores y auxiliares de la región, que están haciendo todo lo posible para tener el barco listo", declaró Ritz-Carlton a FARO. Fue un día antes del preconcurso, con la antigua cúpula fuera de Barreras.
