El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, culpó ayer al Gobierno central y a su plan para llevar a cabo "una transición ideológica abrupta" del cierre de la planta de As Pontes. "Una central térmica que invierte para cumplir la normativa de la UE no se puede cerrar sin una alternativa viable", afirmó Feijóo, que acusa al Ejecutivo de Pedro Sánchez de haber desencadenado esta situación con sus "ocurrencias". "Cualquier decisión política tiene consecuencias y hay gente detrás", dijo.

El presidente de la Xunta instó a los miembros del Gobierno socialista a decir a las 750 familias que viven de esta central "cómo van a solucionar su día a día". En su discurso ante la directiva del PP gallego, lamentó que el cierre vaya a llevar a la comarca de Ferrolterra a "otra de las peores décadas" tras la reconversión naval. Por ello, declaró que, en Galicia, el PSOE hace suyo el refrán de "a Galicia rogando, pero con el mazo dando".

Por su parte, la portavoz nacionalista del BNG, Ana Pontón, criticó que se permita "que una empresa que explotó y esquilmó los recursos de este territorio durante tanto tiempo y que obtuvo miles de millones de euros de beneficio" ahora pueda "desmantelar" su central "sin dejar ninguna alternativa para los trabajadores". "Estamos ante una situación en la que ni el Gobierno central ni la Xunta hicieron sus deberes", reiteró. Los nacionalista apuestan por "una transición energética justa" a través de una propuesta de creación de una mesa gallega en la que abordar este proceso.

El portavoz de En Marea, Luís Villares, abogó ayer por elaborar un mapa de transición sostenible en Galicia que sirva para paliar las consecuencias de las térmicas. Villares acusó al PP y al PSOE de "engañar a la ciudadanía" haciéndoles creer "que la central térmica permanecería abierta hasta 2045 recibiendo subvenciones por contaminar" cuando "la legislación de la UE lo impide de manera muy clara".