La compañía Endesa se ha comprometido a garantizar el empleo de los más de 160 trabajadores de la central térmica de As Pontes a través de recolocaciones además de incentivar las prejubilaciones, según fuentes de la empresa consultadas por este diario. La compañía elabora un Plan de Futuro de ámbito comarcal para el que también cuenta con el personal de las empresas contratistas. El proyecto que confecciona Endesa pasa por la reconversión de la central térmica dentro del marco de la denominada economía circular, bien para la producción de energías limpias o biocombustibles. El tratamiento de lodos o el aprovechamiento de la biomasa forestal son dos opciones en estudio en este momento. Endesa pretende abrir este Plan a otros inversores, ya que confía en la capacidad de As Pontes para atraer nuevas industrias por su cercanía con el Puerto Exterior de Ferrol, sus comunicaciones viarias o la infraestructura eléctrica de la que dispone, entre otras potencialidades.

La compañía insiste en que no hay marcha atrás en su decisión de cerrar sus cuatro centrales térmicas en la Península porque el carbón no resulta rentable. El abaratamiento del gas natural, el impulso a las renovables, el encarecimiento de los derechos de emisión de dióxido de carbono o el denominado céntimo verde -un impuesto del 7% que grava solo al carbón- constituyen las principales razones que esgrime la compañía para clausurar sus térmicas. En el caso de As Pontes, la energética propiedad de la compañía italiana Enel señala que ya hizo efectivo el 70% de los 217 millones que había comprometido para adaptarla a las exigencias medioambientales de la UE con el objetivo de prolongar su funcionamiento hasta 2030, una inversión que califica de "dinero tirado a la basura".

También subraya que desde que se produce la solicitud al Gobierno para la autorización del cierre -que todavía no ha tramitado- hasta que este se concreta, suele transcurrir un año y medio. Esto quiere decir que la planta de carbón de As Pontes no se clausurará antes de 2021.

Barricadas de madrugada

Así, la suerte de la térmica de carbón de As Pontes está echada pero la ciudadanía quiere respuestas concretas sobre el futuro industrial de las comarcas afectadas, sobre todo en Ferrolterra, Eume y A Terra Chá. Bastaron las primeras doce horas desde que Endesa anunciase el adelanto del cierre de su central de As Pontes para que la tensión latente entre los ciudadanos se tradujese en el establecimiento de barricadas a la entrada de la villa pontesa.

Los accesos por dos carreteras quedaron temporalmente cortados en la madrugada de ayer por la presencia de neumáticos ardiendo. Es el síntoma de una incertidumbre que parece conducir irremediablemente a un recrudecimiento de las protestas en el municipio, de 10.000 habitantes.

Pero la incógnita sobre el futuro industrial de As Pontes también debe despejarse en otros puntos del territorio gallego. De ahí que el sindicato Comisiones Obreras hiciese ayer un llamamiento para promover una "gran movilización unitaria" junto a la CIG y UGT ante la situación de "emergencia industrial" que atraviesa Galicia. En un comunicado, CC OO hace referencia a la situación de empresas relevantes en el tejido económico de la comunidad como las centrales térmicas de As Pontes y Meirama, las electrointensivas, como Alcoa, el sector naval de Vigo o la empresa de telecomunicaciones R, que "requieren soluciones de urgencia".

Para el sindicato, las administraciones, particularmente el Gobierno central y la Xunta, "no se pueden situar de perfil", ya que tienen "competencias" para evitar que Galicia "pierda sectores industriales de referencia".