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La industria del motor en el norte africano

El auge de la automoción en Marruecos genera 116.000 empleos en solo cuatro años

La cifra es casi el 30% de todos los puestos creados entre 2014 y 2018 - Dos nuevas firmas desembarcan en el país atraídos por los bajos salarios y la presencia de fabricantes como PSA

La planta de PSA en Kenitra, a 50 kilómetros al norte de Rabat. // PSA

Marruecos continúa avanzando con pasos de gigante para convertirse en el polo africano de referencia en automoción. La puesta en funcionamiento de la planta de Grupo PSA en Kenitra y la futura implantación de la china BYD, centrada en vehículos eléctricos, hará que el país deje atrás a su gran rival en el continente, Sudáfrica. Con todo, Rabat no deja de recibir solicitudes de nuevas empresas del sector que buscan suelo y, sobre todo, mano de obra barata para asistir tanto a los fabricantes locales (allí también está desde hace años Renault) como para fabricar y exportar a Europa. Este tirón provocó que el país generase 116.000 empleos de la automoción solo entre 2014 y 2018. A ellos, hay que sumarles las plantillas de todas las empresas que abrieron sus puertas a lo largo de este año, como hizo recientemente la italiana Proma, o las de aquellas que lo harán en el futuro, como la japonesa Yazaki.

El director de la factoría de PSA en Vigo, Ignacio Bueno, reconoció la semana pasada que el grupo gala presiona a Balaídos con la planta de Marruecos, con el que comparte plataforma, y que la "deriva salarial nos penalizaría" frente a otras plantas. Y es que los bajos salarios hacen del país africano el gran rival de la factoría viguesa, pero también de Galicia a la hora de captar nuevas empresas, tanto de componentes como fabricantes.

El goteo de nuevas factorías es constante. La semana pasada el ministro de Industria, Moulay Hafid Elalamy, inauguró la planta de Proma en Kenitra. El grupo italiano invirtió 30 millones de euros en su segunda planta en el país, en la que empleará a 121 personas y generará ingresos por valor de 250 millones de dirhams (unos 23,4 millones de euros al cambio actual) en exportaciones.

Por otro lado, el medio local L'Economiste publicó a principios de mes una entrevista al director de negocio de automoción de la nipona Yazaki, Hiroshi Ichikawa, en la que explicó que el grupo especializado en sistemas eléctricos y electrónicos abrirá una cuarta planta en el país, la segunda en Kenitra. En ella empleará a 2.500 personas, lo que elevará a 12.500 trabajadores en todo el país.

A Marruecos también se han ido empresas con gran peso en Galicia, como es el caso de Viza Automoción (tiene dos plantas en Tánger), Hispamoldes (en alianza con CIE Automotive) o la ingeniería Itera Técnica, así como otras firmas con una trayectoria consolidada en la comunidad como Denso, Plastic Omnium, Antolín (Lear Corporation), MGI Coutier o Faurecia. A todas ellas puede unirse en breve Izmar, que tal y como publicó FARO en julio prevé su salto a Marruecos.

Este tipo de inversiones están disparando al sector como uno de los principales en cuanto creación de empleo. Según los datos del Ministerio de Industria marroquí, en los últimos cuatro años se crearon en el país 405.496 nuevos trabajos. De ellos, el 28,8% corresponden al sector de la automoción (116.611), seguido por el textil con un 19,6% (79.300), el offshore (17%, 69.932), el agroalimentario (un 15,6%, 63.198), la industria metalmecánica (5%, 19.776 empleos), construcción (2,8%, 11.302) y la aeronáutica (2,1%, 8.636).

Con esos casi 405.500 trabajos, el país ha completado el 81% del objetivo establecido por un plan de impulso industrial iniciado en 2014 y que tiene su meta en 2020.

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