Galicia generó 11,2 millones de megavatios-hora (MWh) en los ocho primeros meses del año. De esa electricidad, 7,1 millones de MWh provienen de fuentes naturales consideradas inagotables y limpias. Con estos datos, la comunidad alcanza una tasa del 63% de energías renovables y supera con mucho los objetivos marcados por la Unión Europea para los próximos años: el 20% para 2020 y 32% para 2030. Galicia duplica ya el nivel al que aspira Bruselas para la próxima década. El sistema eléctrico español en su conjunto también tiene los deberes hechos, pero con menos holgura que la comunidad gallega. En lo que va de año, el 36% de la electricidad generada en el país fue verde, según los datos de Red Eléctrica de España.

El viento y los ríos explican la abundancia de producción energética limpia en Galicia. Los molinos de los parques eólicos gallegos produjeron 3,6 millones de megavatios entre enero y agosto, la mitad de la energía renovable y un tercio del total de la comunidad. La producción hidráulica le sigue muy de cerca, con 3,3 millones de MWh, lo que supone el 32% de la producción de energía verde gallega y el 46% de toda la electricidad generada en la comunidad.

El resto de fuentes limpias tienen un peso mucho menor en Galicia. La energía solar ha aportado unos 9.000 megavatios, que no supone más que el 0,1% del total, mientras que el aprovechamiento de residuos renovables, como la biomasa, generó 69.000 megavatios, el 0,6%.

Descarbonización

Los datos evidencian también el proceso de descarbonización que promueve Europa. Aunque todavía no ha cerrado ninguna de las dos centrales térmicas de Galicia, su producción ha caído considerablemente y ya se sitúa por detrás de la eólica y la hidráulica, si bien sigue siendo la primera fuente dentro de las energías no renovables -necesarias para actuar como respaldo cuando no hay lluvias o viento suficientes para tirar de las renovables-. Entre enero y agosto, las centrales de carbón de Meirama y As Pontes sumaron 2,2 millones de MWh, el 20% de toda la energía generada en la comunidad gallega y más de la mitad de la no renovable.

La cogeneración (que produce electricidad y calor al mismo tiempo) aporta un millón de megavatios (el 9%) y los ciclos combinados (gas natural), 700.000 MWh (el 6%).

La producción eléctrica a partir de carbón caerá más a partir del próximo año, cuando está previsto que Naturgy cierre la térmica de Meirama (Cerceda), que no se ha adaptado para poder cumplir con las nuevas limitaciones de emisiones contaminantes de la UE que entran en vigor el próximo verano.

La otra central de carbón gallega, la de As Pontes, sí decidió acometer esas obras para poder seguir activa más allá de 2020, pero aún así tiene los días contados. La previsión actual del Gobierno es que no quede ninguna térmica en España para 2030. En As Pontes preocupan los efectos de una transición energética abrupta, que comienzan a sufrir los transportistas del carbón y las empresas auxiliares de la planta ante la paralización que ha sufrido en los últimos meses, que afecta a la producción y a parte de las obras.

Ante las movilizaciones sindicales, el Gobierno se ha comprometido a crear un mesa de trabajo con Endesa para tratar el problema. El cierre de As Pontes conllevaría suprimir unos 700 puestos de trabajo -200 de la plantilla de la central y el resto vinculados al transporte del carbón y otros servicios asociados- más otros indirectos y el 50% de los ingresos tributarios de este municipio coruñés.