Desde hace seis años ya, la Xunta tiene centralizada la contratación de la energía. Tanto de electricidad, como de gas. Lo hace a través de la Redexga, un ente al que están adheridos más de 2.000 instalaciones de la administración autonómica. Las necesidades de suministro son enormes y, como ocurre también entre las empresas, cualquier variación de los precios puede suponer un gran quebradero de cabeza para las arcas públicas. La fórmula permite contener el gasto. Y, de hecho, el ejecutivo regional, prevé un ahorro de 45 millones hasta 2022 comprando así. En el caso del contrato de la luz, que hasta ahora estaba en manos de Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, su caducidad está próxima. El gobierno regional, a través de la Consellería de Economía, Emprego e Industria y el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) tiene lista ya una nueva licitación que esta vez tiene dos importantes novedades. Por primera vez se reparte en lotes para fomentar la concurrencia de las comercializadoras interesadas en el suculento servicio -presupuestado en 82,6 millones de euros y una valoración total de 170,8 millones ante la posibilidad de que se sumen nuevos inmuebles- y por primera vez también la Xunta exige que en 100% de la electricidad sea renovable.
Lo considera "una obligación esencial del contrato" y la administración obligará a la adjudicataria a acreditar la garantía de origen de la electricidad a partir de fuentes limpias "o de cogeneración de alta eficiencia", según consta en los pliegos del concurso.
Con conexión eléctrica hay un total de 1.790 centros de la Xunta ligados a la Redexga. Su demanda en 2018 ascendió a 264,7 gigavatios hora (GWh). O, lo que es lo mismo, el 1,3% de todo el consumo de electricidad de Galicia durante el pasado año. Son datos de referencia y la empresa o empresas que finalmente se haga con el contrato deberá "realizar el suministro de la totalidad de energía eléctrica demandada en cada momento" y asumir que puede haber cambios por cierre o traslados de edificios.
El contrato se divide en dos lotes. Uno, con los 56 centros de la Redexga en alta tensión (1413 GWh); y otro con las otras 1.734 instalaciones. Se hace "con la intención de fomentar el acceso a la contratación de pequeñas y medianas empresas, que redundará en el incremento de la concurrencia y la competencia entre los licitadores". El presupuesto del lote de media y baja tensión es de 43,8 millones y 38,8 millones el de alta tensión.
"Es fácil entender que el precio de la energía eléctrica tiene una muy grande variabilidad, lo que provoca que su valor en un horizonte a corto plazo, 4 o 5 años, sea muy complicado de prever, debido principalmente al gran número de variables a tener en cuenta a la hora de hacer previsiones en la evolución del precio de la energía", señala el informe del contrato. Por eso la Xunta apuesta por una oferta mixta en el lote 1 para los dos años de contrato -prorrogables otros dos-, con un precio fijo hasta el 21 de diciembre de 2020. La propia administración propone unos máximos en función del tipo de contrato (entre 0,0063 y 0,1 euros por cada megavatio) que las interesadas no podrán superar. Las otras tres etapas del contrato, teniendo en cuenta la prórroga, se cubrirán con un precio fijo adaptado al mercado regulado.
