La rentabilidad de la deuda española cerró ayer en el 0,028 %, su mínimo histórico y al borde del cero, al tiempo que la alemana ha perforado todavía más sus registros negativos y cotiza al -0,716 %. La inestabilidad en los mercados de renta variable está desplazando la inversión hacia la renta fija, lo que explica la caída constante de rentabilidades de los bonos.

Esta caída ha llevado a tasas negativas, además de a los títulos alemanes, a los de toda su área de referencia (Holanda, Austria, Bélgica y Finlandia) y también a los franceses, irlandeses, letones, eslovacos y eslovenos. El bono español a 10 años se pagaba al 0,028 %, por debajo del 0,136 % de la sesión del miércoles, con la prima de riesgo en 74 puntos básicos, cuatro menos que el día anterior.