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Grupo Puentes, la tercera constructora de Galicia, ultima su venta a una multinacional china

La operación busca evitar problemas en el relevo generacional en la gestión y está en fase avanzada - Otero será socio minoritario

José Manuel Otero Alonso, presidente de Puentes. // G. P.

Hace solo cinco meses, a principios de marzo, el Grupo Puentes y Calzadas anunciaba el fichaje de Purificación Torreblanca, una experimentada ingeniera de caminos con 25 años de trayectoria en el sector, como nueva consejera delegada. Venía desde Acciona para seguir consolidando la meteórica internacionalización de la tercera constructora gallega. De hecho, pocas semanas después la compañía hacía oficial su primera adjudicación directa en EEUU, donde ya tenía presencia como subcontratista, para ampliar de 10 a 12 carriles una autopista en la ciudad de San Antonio (Texas) por importe de 25,4 millones de dólares, unos 22,5 millones de euros. Nada hacía presagiar el transcendental cambio de rumbo que Puentes iba a dar. En estos momentos ultima su venta a una multinacional del ladrillo china. De la operación, avanzada ayer por Economía Digital, apenas transcendieron detalles. No está cerrada, pero sí en una fase "muy avanzada", como confirmaron a FARO fuentes cercanas a la compañía, que ha decidido dar este paso para evitar problemas de relevo generacional en el timón y garantizar su continuidad.

El sello de Puentes y Calzadas está en algunas de las infraestructuras más sofisticadas de Galicia, como el viaducto de 635 metros sobre el Ulla para el tren de alta velocidad en la comunidad o, más recientemente, en una UTE con Dragados, se encargó de las obras de Rande. El primer proyecto del mundo de ampliación de carriles, dos, en un puente atirantado fue premiado por la Asociación Internacional de Ingeniería Estructural (IABSE) por tratarse de un "hito constructivo único en el campo de la ingeniería estructura". La compañía está detrás también de la construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde tiene el 23% del capital de la sociedad concesionaria; el Pazo de Congresos de la ciudad olívica; o 30% de la Autoestrada do Salnés.

Fundada en 1977, la mayoría del capital está en manos de su presidente, José Manuel Otero, que seguirá como accionista, aunque minoritario, tras cerrar los últimos detalles del traspaso a la firma china de la que todavía no se sabe la identidad, pero sí, como adelantó ayer Economía Digital, que está muy presente en Latinoamérica, uno de los territorios con más peso en el negocio de Puentes.

El 50% del capital está en manos de Otero a través de la sociedad Bens Patricios, donde una de sus hijas, Fátima Otero Viétez, es apoderada. Ella es también la responsable de la división de Obra Privada de Puentes. Su otra hija, Olalla Otero, es consejera del grupo constructor. Las dos se reparten casi la totalidad del 50% restante, según consta en el Registro Mercantil. Sobre la mesa está la venta de alrededor del 70% del holding con sede en Sigüeiro.

La cifra de negocios consolidada de Puentes y Calzadas superó los 300 millones de euros en 2017 tras un incremento anual del 22,4%. El beneficio ascendió a 22,5 millones, un 84,4% más. Con 902 trabajadores y una cartera de pedidos superior a los 214 millones de euros, la compañía ha desarrollado proyectos en Rumanía, Namibia, Polonia, Angola, Ecuador, Panamá, Costa Rica o EEUU, entre otros países.

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