La evolución del mercado laboral en Galicia no puede desligarse del grave problema de la pérdida de población y el envejecimiento. A menos residentes, más posibilidades de reducir la cola del desempleo. Y eso, además de la recuperación de la economía, es lo que explica en parte por qué la comunidad haya dado otro mordisco a la tasa de paro en el segundo trimestre del año. Se sitúa en el 11,3%, casi tres puntos por debajo, y 35.600 personas menos, que en el mismo periodo de 2018. En este tiempo Galicia perdió 11.700 habitantes en edad de trabajar y que están ocupados o en disposición de hacerlo. Lo que se conoce como activos. A eso se debe, por tanto, un tercio de la reducción del desempleo en la región. Pero es que en el caso de los jóvenes lo explica en su totalidad. Hasta el punto de que en estos momentos la caída de activos de menos de 35 años -11.400 en el último año- supera la reducción del paro en el colectivo (10.700). "Lo que demuestra que no hay lugar a celebración ni positivismo de ningún tipo", denuncia UGT en el informe realizado con motivo de la celebración ayer del Día internacional de la juventud. "Una pérdida -añaden- alarmante".

Pese a la reducción de la población activa y de los parados en estas franjas de edad, la tasa de desempleo juvenil está muy por encima de la del resto, un 16%. Entre los gallegos de 16 a 19 años se sitúa en el 43,1%; en el 23,7% entre los 20 y los 24 años; en el 15,6% de los 30 a los 34; y un 11,5% hasta los 34. Mientras, la tasa de actividad sigue menguando y pasa del 62,2% en 2018 al actual 60,7%, como recoge el sindicato. "Esta pérdida de actividad entre la juventud está relacionada no solo con el envejecimiento de la población, sino también con el desánimo del colectivo que, viendo pocas perspectivas de empleo, deciden continuar formándose retomando sus estudios o optar por la emigración hacia otros contextos con mayores oportunidades", señala UGT, que afea a la Xunta que obvie "sistemáticamente" el impacto de la pérdida de población activa "cuando publicita los datos mes a mes del desempleo en Galicia".

Casi tres de cada diez jóvenes parados lleva al menos un año a la espera de una oportunidad. En estas edades donde se dan los datos más altos del contrato a tiempo parcial: 22,5%. Algo, destaca UGT, que conlleva "más precariedad, ya que supone menos jornada y, por tanto, salario, sobre todo cuando es involuntaria". También arrastran una temporalidad disparada. Afecta a la mitad de los trabajadores jóvenes. De ahí que UGT asegure que las ayudas a la contratación de las administraciones sean "totalmente ineficaces".