La gran banca -Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell- ha perdido 5.721 trabajadores en el último año, un 1,4% de su plantilla, antes de que se inicien las salidas previstas por los ajustes laborales en el sector para reducir costes.

Los cinco principales bancos del país empleaban a cierre de junio a 407.082 personas frente a las 412.803 del año antes, una variación que podría intensificarse en los próximos meses por los ERE acordados en CaixaBank y el Santander.

Aún así, dada su presencia internacional, el grupo presidido por Ana Botín pasó de 200.961 empleados a finales del primer semestre de 2018 a 201.804 del pasado junio, en el que aún no se empezó a notar la salida prevista de 3.223 empleados en España.

Este ajuste de plantilla, "el ERE de todos los ERE" en palabras de las secciones sindicales del Santander, se suma al que el grupo llevó a cabo en 2013, después de absorber Banesto, y a los cerca de 2.500 empleos que ha recortado en España desde 2016.