La consejera delegada del Banco Mundial, la búlgara Kristalina Georgieva, será la candidata europea a liderar el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras una reñida votación en la que venció por estrecho margen al ministro holandés Jeroen Dijsselbloem. Ambos aspirantes fueron los únicos en llegar a la segunda y última votación después de que entre el jueves y ayer se retiraron otros tres: el ministro de Finanzas portugués, Mário Centero; la ministra española en funciones de Economía, Nadia Calviño, y el gobernador del banco central de Finlandia, Olli Rehn. Los tres justificaron su decisión para hacer posible que se abriera paso un "candidato de consenso" que no llegó.

El elegido tenía que recabar el apoyo del 55% de los países -es decir 16 de 28 al menos- que representaran al menos el 65% de la población, para obtener la mayoría cualificada, algo que no logró ninguno de los dos aspirantes finales en la segunda votación, aunque con todo se decidió la selección de Kristalina Georgieva, respaldada por un 57% de los países que suman el 56% de la población. Dijsselbloem se resistió a ello hasta última hora.

El ministro francés Bruno Le Maire, encargado de coordinar las discusiones para elegir al candidato, decidió someter el proceso a voto al constatar que a finales de julio todavía no había consenso en torno a un nombre. Un procedimiento que había despertado recelos de Alemania, que temía que la UE diera una imagen de división, como finalmente ha ocurrido.