El pedido entró en vigor en el último trimestre del año pasado y está valorado en unos 300 millones de euros. Los cruceros, ambos de bandera noruega, cuentan con 31.418 CGT (arqueo bruto compensado), frente a los 43.217 CGT de los buques ultrapremium encargados por The Ritz-Carlton Yacht Collection. En este último caso los trabajos continúan con normalidad, con el objetivo de que la primera de las dos unidades se estrene el 5 de febrero de 2020, con salida desde Fort Lauderdale (Florida). Bautizado como Azora, realizará una escala en Vigo en junio del año que viene. "Esperemos que esta paralización se resuelva pronto", resumió un empresario de las auxiliares. En la plantilla confían en que sea así. "La armadora está tratando de solventar el problema con bancos noruegos o la entrada de inversores". La salida de bancos no comunitarios del esquema de financiación diseñado por Havila precipitó los problemas.
Cuatro cruceros
Además de las dos unidades asignadas a Hijos de J. Barreras el proyecto noruego consta de dos cruceros más, contratados en este caso con el astillero Tersan Shipyard (de Yalova, Turquía). No ha trascendido si esta atarazana ha sufrido el mismo revés que la de Vigo. Diseño de Havyard Design & Solutions -subsidiaria de la naviera-, el calendario inicial pasaba por finales de 2020 como fecha de entrega, con vistas a estrenarse en los fiordos a principios de 2021. Tendrán capacidad para 700 pasajeros. De hecho -a expensas de lo que suceda con su construcción- ya han sido bautizados como Capella, Castor, Polaris y Pollux (los dos primeros son los asignados a Tersan).
Serán los primeros barcos que Barreras, en paralelo al ferri de Naviera Armas, construya con un sistema de gas natural licuado, aunque los cruceros para Noruega llevarán a bordo la mayor cantidad de baterías del mundo ( a día de hoy). La propulsión híbrida reducirá un 25% las emisiones de CO2 a la atmósfera durante las rutas por los fiordos. Según desveló Norwegian Electric Systems (NES), el sistema de propulsión híbrido incluye un paquete de baterías con una potencia por embarcación de 6,100 kWh (kilovatio hora), un sistema para la carga en tierra y es adaptable a la próxima generación de tecnología, utilizando hidrógeno y pilas de combustible.
El proyecto Havila ha contribuido a elevar la cartera de pedidos de Hijos de J. Barreras hasta cerca de los mil millones de euros. La firma que preside José García Costas estrenó con el barco de The Ritz un nicho de mercado, el del transporte de pasajeros de lujo, en el que el naval gallego solo había dado pasos puntuales o incipientes. Barreras está también en proceso de renovación de su accionariado después de que Petróleos Mexicanos (Pemex), titular del 51% del capital social, haya decidido vender su participación. García Costas y Albacora tienen la intención de recomprar esos títulos.