Con los primeros refuerzos de plantillas para la campaña estival, Galicia dio otro importante bocado al paro en mayo. Un mes que suele ser bueno para el mercado laboral. El desempleo bajó en 5.421 personas, un 3,26%, en la comunidad, que acumula un descenso de casi el 9% (15.881) en comparación con el mismo mes de 2018. Es la segunda región con un mayor recorte anual, solo por detrás de Valencia (9,2%) y cerca de cuatro puntos más que el total estatal (5,3%), como la Xunta destacó ayer tras la publicación de los datos. Pero en la creación de puestos de trabajo Galicia no está precisamente en lo alto del ranking. Fueron 7.814 el mes pasado, unos 252 de media cada día, lo que supone un alza del 0,77% respecto a abril, hasta los 1,018 millones de cotizantes. En el conjunto del Estado la subida llega al 1,1%. La diferencia se agranda en la evolución anual, con un incremento aquí del 2% (20.315), el cuatro más bajo entre todas las autonomías. Por eso, mientras España está a solo unos 5.000 afiliados a la Seguridad Social de batir su récord histórico de julio de 2007, en el caso concreto de Galicia está a 76.500 de superar el suyo, que se sitúa en julio de 2008, cuando registró 1,094 millones. El paro, sin embargo, sí ronda esos niveles ya -mayo cerró con 160.805 gallegos a la espera de un trabajo-, la enésima evidencia del impacto del envejecimiento y la pérdida de población activa en el mercado laboral regional.

La caída del paro en Galicia afecta a todos los sectores, pero muy especialmente al sector servicios, que concentra prácticamente el 70% de todo el recorte (3.732). En construcción descendió en 593 personas (4,3%) y en 644 en industria (3,4%). El número de desempleados en agricultura bajó un 4% (248) y un 1,4% en el colectivo sin un trabajo anterior (204). La provincia de Pontevedra sobresale en el balance con una disminución de 2.214 parados (3,4%). En A Coruña fueron 1.798 (2,7%); 912 en Ourense (4,8% menos); y 497 en Lugo (3,1%).

Se firmaron 95.202 contratos en Galicia en mayo, un 13,4% por encima de abril, aunque la variación anual es negativa: cae un 1%. Son 11 contratos por cada gallego que empieza a cotizar La temporalidad sigue, por tanto, muy alta. Los indefinidos no alcanzan ni el 10%, a pesar de un aumento mensual del 2,6%. Eso sí, respecto a mayo de 2018 se repite la tendencia: caen un 9%.

Del total de contrataciones, alrededor de 33.000 fueron para hostelería, ventas o servicios personales -que se mantienen al alza incluso en la comparación anual, un 7% más- y 25.700 para ocupaciones elementales. En línea con eso, los tres sectores que más nuevos cotizantes sumaron en el último año en Galicia educación (5.360), hostelería (2.452) y construcción (2.399).

"Hay una tendencia positiva pero el Gobierno tiene que seguir trabajando porque la evolución del paro está directamente vinculada a la situación económica", valoró Francisco Conde, conselleiro de Economía, Emprego e Industria. Los sindicatos, en cambio, alertan de la precariedad. "Es lo que define el mercado laboral de Galicia", reprochó Fran Cartelle, de la CIG. "Algo va mal si se necesitan 11 contratos por cada nuevo afiliado", criticó Maica Bouza, de CCOO. Las prestaciones sociales y la contratación indefinida, según José Luis Fernández Celis, de UGT, "deberían ser objetivos prioritarios de todas las administraciones".