"Si alguien puede cerrar las plantas es el Gobierno con incumplimientos", alertó ayer el presidente del comité de empresa de Alcoa en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho. El Ejecutivo central ha pasado, a ojos de los trabajadores, de aliado a enemigo en el proceso de venta de las fábricas de aluminio de A Coruña (375 empleos directos) y Avilés (313), que agota su plazo el día 30. En la cuenta atrás para evitar el despido colectivo, la plantilla aluminera coruñesa acordó ayer nuevas movilizaciones con sus compañeros de San Cibrao (Cervo) y los comités de otras dos industrias del metal afectadas por el problema energético: Ferroatlántica (Sabón y Cee-Dumbría) y Celsa Atlantic (A Laracha). El sábado marcharán juntos en A Coruña con el lema "Por un futuro para a industria electrointensiva". El Gobierno responde que trabaja para favorecer la competitividad de las industrias que más energía necesitan (electrointensivas).

Los trabajadores estudian manifestarse también en Madrid el día 17, coincidiendo con la subasta de interrumpibilidad (servicio por el que la gran industria cobra primas para reducir su recibo de la luz). La convocatoria de estas protestas llega una semana después de la indignación de los trabajadores de Alcoa porque las fábricas de

A Coruña y Avilés están excluidas de la puja y por tanto se quedarán sin bonus para lo que resta de año. La noticia, conocida al día siguiente de las últimas elecciones, irritó al comité ya que el Gobierno había asegurado en precampaña -desmintiendo a Red Eléctrica- que las dos factorías podrían participar a pesar de estar paradas. Este enfado se sumó a otra decepción: el retraso del estatuto de la industria electrointensiva que el Gobierno había prometido aprobar en el último Consejo de Ministros antes del 28-A. El marco energético tendrá que esperar a la formación del nuevo Ejecutivo.

"El Gobierno no cumple todo lo prometido", censuró ayer Corbacho, quien argumentó que los trabajadores están "obligados" a movilizarse por la situación que padecen. En cuanto a la empresa, el representante sindical aseguró que Alcoa quiere vender, pero "quien no cumple es el Gobierno" y "si alguien puede cerrar las plantas es el Gobierno con incumplimientos". En rueda de prensa, los presidentes de los comités de empresa de las fábricas reprocharon la reducción en "presupuesto y bloques" en la próxima subasta eléctrica.

"El Gobierno tiene que decantarse por la industrialización o apostar por favorecer a las eléctricas", resumió el presidente de Celsa Atlantic. "No pedimos subvenciones ni ayudas que no sean legales, pedimos un precio regulado para la industria electrointensiva que existe en otros países", insistió el representante de la plantilla de Alcoa Coruña.

"El último clavo que nos acaba de clavar [el Gobierno] es la reducción de bloques en la puja", afirmó el presidente del comité de Alcoa San Cibrao, Xosé Paleo, sobre los motivos de la protesta. "Se están riendo de nosotros, la subasta es peor que la anterior", lamentó por su parte el representante de Ferroatlántica en Cee-Dumbría, Santiago Paz. En la misma línea, Alberto Ferreiro, de Ferroatlántica Sabón, reclamó una regulación para las empresas electrointensivas que elimine la incertidumbre del sistema de pujas semestrales.

Ante estas críticas, el delegado de Gobierno en Galicia, Javier Losada, defendió el "compromiso" del Ejecutivo en funciones con las electrointensivas y aseguró que "está haciendo todo lo posible" para que mantengan su capacidad productiva.