La factura de la luz de mayo fue un 1,4% más barata que la de abril, con lo que encadena su octavo descenso consecutivo desde octubre del año pasado, y es un 5,3% más baja que la que se registró en mayo de 2018, cuando repuntó con fuerza e inició una racha de ascensos que se prolongó hasta septiembre incluido.

Según los datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la factura para un consumidor tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes)- acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) ascendió este mes de mayo a 55,76 euros, 8 céntimos menos que en abril. El recibo de la luz de mayo de este año es también 3,15 euros más barato que el del mismo mes del año pasado.