Cuando la economía gallega se despertó de la hibernación forzada por la crisis, no pocos sectores se encontraron con que buena parte de sus antiguos empleados que acabaron en el paro por la parálisis de los últimos años están ahora ocupados en otras actividades, fuera de aquí o simplemente jubilados, sin el fuelle del relevo generacional, además, por el invierno demográfico. "El problema comienza a ser serio", advirtió Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra, en una reciente entrevista con FARO. El ladrillo es una de esas áreas donde la falta de mano de obra cualificada trae de cabeza a los empresarios. Y es también una de las que más está tirando de la contratación de extranjeros para intentar paliar el déficit. El número de afiliados foráneos en el ladrillo aumentó casi un 20% en Galicia durante el último año. Lo mismo que en el transporte y el almacenamiento, que inundan internet de ofertas de empleo para reclutar conductores y peones de logística.

Ambos sectores tienen mucho que ver con la evolución al alza de los cotizantes extranjeros en la región. Marzo acabó con 36.566 en alta laboral, lo que supone un incremento anual del 8,6% -casi 3.000 más- y la cifra más alta de un mes de marzo en los últimos ocho ejercicios, según los datos de la Seguridad Social recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Si lo comparamos con los mínimos de 2015, alrededor de 28.500, la subida supera el 28%.

Con el ascenso en la construcción, que suma un total de 3.454 afiliados extranjeros entre el Régimen General y los autónomos, el sector arrebata el tercer puesto en el ranking de trabajadores originarios de otros países a la industria manufacturera, donde el aumento está también por encima de la media, un 10,5%, hasta los 3.400. En hostelería, la actividad mayoritaria para el colectivo, la contratación se elevó un 8,6% (7.051) y un 5,5% en el comercio (5.116). Otros 2.303 están en transporte y almacenamiento; y 1.884 en actividades y servicios auxiliares (12,9% más). En educación el incremento fue del 7,9% y del 11% en actividades sanitarias y servicios sociales.

Uno de cada cinco afiliados foráneos en Galicia procede de Portugal, con un alza del 7% (7.876). La única caída entre las principales nacionalidades está entre los rumanos, un 0,2% menos (2.955). Los trabajadores venezolanos representan ya el tercer grupo más numeroso en Galicia por el éxodo desde su país ante la gravísima crisis económica y política: son 2.359 cotizantes tras un incremento disparado del 49,6% en un año. El número de empleados brasileños repunta un 9,1% y un 7,7% los marroquíes. A continuación está Italia, que se anota una de las subidas más fuertes: 14,6%.

El Régimen Especial Agrario alcanzó en marzo 1.246 afiliados extranjeros en Galicia, 63 más que un año atrás. El de Mar incorporó a 32 (1.309). Y los cotizantes foráneos empleados como servicio doméstico en los hogares se redujeron en 127 (3.111).