La unión hace la fuerza, o al menos así lo pretenden las plantillas de seis fábricas gallegas de consumo electrointensivo. El coste energético es, a su juicio, un escollo para su continuidad; en el caso de Alcoa A Coruña, para que cristalice su venta a alguno de los nueve postores interesados; en el de los demás, para no seguir los pasos de la aluminera. Con este objetivo, y para reclamar un "nuevo marco regulador" con una "tarifa eléctrica competitiva", Santiago acoge hoy una manifestación convocada por los comités de empresa de Alcoa (A Coruña y San Cibrao), Ferroatlántica (Sabón y Cee-Dumbría) y Celsa Atlantic (A Laracha).

"No pedimos subvenciones, sino una regulación eléctrica que nos permita competir en pie de igualdad con otros países. Iremos a Santiago a llamar a la puerta de los gobiernos para que nos den soluciones", advirtió el presidente del comité de Alcoa San Cibrao, Xosé Paleo. "Si cierra, A Mariña ya puede echar el candado porque aquí no tenemos un tejido industrial alternativo", abundó. Los sindicatos recordaron que el Ejecutivo se había comprometido a aprobar el llamado estatuto del consumidor electrointensivo antes de las elecciones generales y, de hecho, había fijado la fecha para el 26 de abril (dos días antes de los comicios). Ese documento, "fundamental para facilitar una alternativa" al cierre ya anunciado de Alcoa (en A Coruña y Avilés), está ahora "aparcado".