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Una especie de moda en la oferta del sector

Las pesqueras de Vigo explotan el auge del pulpo con más flota e importaciones récord

Pereira incorpora una unidad a Mauritania, donde las capturas suman un alza del 55% desde la expulsión de los barcos gallegos por falta de "stock" -"Se vende todo y se vende caro"

La industria pesquera gallega nunca había importado tanto pulpo como ahora y, con la única excepción del año 2014, la flota con bandera española nunca había pescado tan poco. Es un producto escaso, preciado, y la competencia es feroz. "Se vende todo, y se vende caro", asiente un directivo del sector. Dentro de la estrategia de ganar capacidad en origen -de ahí la suma de 50 barcos en los últimos tres años, como publicó FARO-, la de disponer de más músculo en esta especie está ganando enteros para reducir la dependencia de otros actores y reforzar su estructura vertical. Las cifras son elocuentes: la pesca de Vigo gastó el año pasado más de 300 millones de euros en la compra de pulpo, un récord absoluto en la serie histórica disponible y tres veces más que antes de la expulsión de la flota cefalopodera de Mauritania. Y, por ejemplo, trece veces por encima de las capturas de pulpo gallego computadas en las lonjas. En los últimos dos años el sector ha incorporado al menos nueve buques (de sociedades mixtas) y ha gastado 140 millones de euros más en materia prima.

Grupo Pereira es la última que ha explorado este segmento con su desembarco en Mauritania -como ha publicado el portal especializado Alimarket- donde cuenta ya con el barco Tazadit (antes Argos Marine, con bandera namibia ). Antes fue Grupo Profand que, con la integración de la marroquí Sofinas, incorporó siete arrastreros cefalopoderos y un volumen de pesca de 2.000 toneladas anuales. Pero también Pescapuerta, que ha priorizado acuerdos comerciales con productores marroquíes en origen y sondeado "oportunidades" para crecer en Marruecos, Senegal o Mauritania. Estas son de hecho las tres grandes despensas de pulpo para la industria gallega: de esos 300 millones de euros que costaron las importaciones el pasado ejercicio, tres cuartas partes procedieron de esta tríada de África occidental. A excepción del bycatch (capturas accesorias), ninguno de los acuerdos de pesca con terceros países de la UE otorga permisos para faenar pulpo a los barcos gallegos.

Es un escenario que agudiza el déficit comercial de Galicia en esta especie, ya que las exportaciones se quedaron en los 180 millones de euros. Y eso que también marcaron un récord, con un protagonismo inédito de las ventas a Estados Unidos (+13%), Suiza (+43%) o Canadá (se duplicaron, hasta los 1,2 millones de euros). Ahora bien, la industria gallega sí ha sabido repercutir el fuerte incremento de los precios -derivado de la mayor competencia y la escasez- fuera de España. Si hace dos años exportaba el kilo de pulpo a un promedio de 6,76 euros, el año pasado alcanzó los 10,1 euros; es un incremento del 50%, según los datos oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio.

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El caso de Mauritania es particular. Otrora el principal caladero para la flota cefalopodera gallega, las negociaciones con el país africano y Bruselas -con la criticada Maria Damanaki como comisaria de Pesca- consumaron su expulsión en julio de 2012. Fueron 21 los barcos afectados, sobre todo de O Morrazo. Aquel acuerdo bilateral estaba basado en estudios que certificaban, en teoría, el mal estado de la pesquería. Los registros de la FAO desmienten aquella aseveración: en 2012 declaró descargas de cefalópodos por 26.618 toneladas, y en 2017 -último ejercicio del que se disponen datos- se rozaron las 46.000. La flota asiática es quien más ha aprovechado la buena salud del caladero lo han aprovechado. Shanghai Fisheries, del grupo dueño de Albo, acaba de enviar cuatro nuevos cefalopoderos a Nouakchott: Hu Yu 1701, Hu Yu 1702, Hu Yu 1703 y Hu Yu 1704.

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