La patronal de los concesionarios, Faconauto, propone al nuevo Gobierno que active un plan de renovación del parque de coches para el periodo 2020-2025 con una ayuda de 1.000 euros por coche de más de 10 años (más de 7 años para los comerciales) que aportaría el Estado y una cantidad igual que sufragaría el concesionario. De llevarse a cabo, 2,5 millones de vehículos irían camino del chatarrero en 5 años, así como 3.500 tractores, en tanto que la edad media de los coches bajaría hasta los 11,8 años por unidad en 2025 (2 años menos que en la actualidad).

Para achatarrar un coche de más de 10 años de antigüedad y la posterior compra de un vehículo de emisiones cero, el plan incluiría una aportación por el Estado de 5.000 euros, y que podría alcanzar otros 5.000 euros adicionales por el concesionario si el coche fuese 100% eléctrico.

El presidente de la organización, Gerardo Pérez, aseguró que todos los partidos estaban de acuerdo en las propuestas de Faconauto. Para la federación, los números negativos del sector tienen que ver "con el ruido ambiental en torno al automóvil, que ha de solventarse manteniendo los puestos de trabajo y con un respeto absoluto al medio ambiente".

Por ello, los próximos cinco años son determinantes para saber cómo se va a articular la movilidad en España. "Gracias a nuestras propuestas, se sumarían al parque 200.000 vehículos eléctricos e híbridos enchufables y saldrían de circulación 2,5 millones de vehículos de más de diez años", comentó Pérez.

Aunque el vehículo eléctrico será el futuro del sector, Faconauto denunció que su precio actual lo convierte en un producto de lujo. Aunque son fundamentales para el proceso de descarbonización, la organización señaló que el 99% de la población española "no puede acceder a esos coches en la actualidad", por lo que defiende que su precio debe oscilar entre los 16.000 y 21.000 euros.

Además, Pérez criticó que los puntos de recarga que hay en España son "de risa". De los 4.000 puntos disponibles en la actualidad, una cifra muy inferior a la que se encuentra en países como Holanda, que supera los 40.000, se estima que solo 1.700 están operativos. "No tiene sentido, con la aportación de 300 millones de euros a puntos de carga rápida tendríamos infraestructura que soporte la posible demanda", que la patronal estima que en 2025 suponga el 15% del mercado.

Faconauto recordó que España es el único país europeo en el que no existe una legislación conjunta entre relaciones comerciales de fabricantes y concesionarios. "El inversor que crea riqueza nacional tiene que tener muy claras las reglas del juego, y España es un país que no tiene claras las normativas", destacó Pérez, e indicó que para la federación, la rigidez y la inversión que necesita un concesionario no la tiene un banco que pueda vender un coche.

Asimismo, reclamó que la movilidad descarbonizada debe tener una transición ordenada, donde el foco principal esté en la antigüedad del parque. Para ello, propone un marco fiscal verde, un plan nacional de calidad del aire y el endurecimiento de las inspecciones de la ITV.