La intención del encierro de los últimos días de los delegados sindicales de CIG, CC OO y UGT en la fábrica de PSA en Vigo era llamar la atención de la empresa y sentarse a negociar las condiciones en la línea de montaje M2, en la que las centrales aseguran que existe una clara sobrecarga de trabajo. La protesta finalizó ayer sin un acercamiento, lo que ha llevado a los tres sindicatos a convocar una jornada de huelga el próximo jueves. La dirección de la fábrica lamentó que haya sindicatos que "anteponen el conflicto al diálogo".

En la comunicación del preaviso de huelga, los sindicatos convocantes justifican la medida por las "cargas de trabajo excesivas, la eliminación de puestos y la internacionalización de operaciones", con consecuencias como el "desequilibrio productivo", "perjuicios físicos y mentales", "problemas para desempeñar el puesto de trabajo en el tiempo establecido", "dificultades adaptativas para con el personal limitado", "falta de criterio ergonómico en los puestos más penalizados por la alta actividad" y el "incremento de enfermedades derivadas de la actividad laboral y absentismo".

Aseguran CIG, CC OO y UGT que intentaron mediar con la empresa y se encontraron con "una negativa reiterada" de la dirección. Al paro del jueves están llamados todos los trabajadores, no solo los de la línea 2, y será de dos horas en cada uno de los turnos.

La convocatoria causó "sorpresa" en la dirección de la planta, que advirtió que la "vía del conflicto" no es "el planteamiento adecuado" para mejorar las condiciones de trabajo en la planta. Ayer mismo, según fuentes de la compañía, se celebró una reunión del comité "reducido" de empresa, precisamente en el marco de la mesa que existe desde octubre para abordar las condiciones de trabajo en la línea de montaje del sistema 2.