Continuar con la vocación exportadora despejando incertidumbres y apostar por fortalecer el proceso de digitalización son las claves para la empresa gallega del futuro, que tiene ante sí unos retos marcados por la incierta resolución del Brexit y el recrudecimiento de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Estas fueron las principales conclusiones del Foro de Empresas organizado por Banco Santander y FARO DE VIGO, en el que los ponentes pusieron de manifiesto los vaivenes actuales de la economía e hicieron recomendaciones para poder "exportar con tranquilidad".

Introducido por la Jefa de Economía del Decano de la prensa española, Lara Graña, el foro contó con las intervenciones de Borja Cuesta, director de C&CB Sales de la entidad, y Jaime Uscola, responsable de Negocio Internacional. Antes, la presentación corrió a cargo de la directora territorial de Banco Santander en Galicia, Charo G. Alonso. En su alocución la directiva hizo hincapié en la intención de la entidad de "ayudar a crecer" a las empresas de la comunidad. Así, manifestó el "compromiso con Galicia" del banco, del que recordó que cuenta con "la mayor red de especialistas" para las pymes y compañías y sobre el que destacó el "desarrollo de un modelo de negocio para el crecimiento de empresas". "Queremos ser el banco con el que queráis contar", explicó Alonso dirigiéndose a la nutrida audiencia que acudió al salón de actos del Círculo Financiero de Vigo.

Tras las presentaciones fue el turno para el director de C&CB Sales del banco, Borja Cuesta, cuya intervención se centró en dar un repaso al entorno macroeconómico. Ante un mercado globalizado, la coyuntura internacional es clave para el devenir de las firmas gallegas, sobre todo de aquellas que tienen a un buen número de clientes en el extranjero y que se ven afectados por el cambio de divisas, las políticas comerciales agresivas de algunos países o la incertidumbre que arrojan otros, sobre todo en el caso de Reino Unido y su desconexión de la Unión Europea.

El experto inició la ponencia haciendo una valoración sobre los datos de crecimiento de las principales potencias, justo un día después de que la Comisión Europea (CE) rebajase una décima sus previsiones durante 2019 hasta el 1,2% del producto interior bruto (PIB), y en el conjunto de la UE, hasta el 1,4%. "Leemos constantemente que la eurozona no va bien, pero la realidad es que sigue creciendo", recordó Cuesta.

Desde Bruselas se espera un mayor crecimiento del PIB para 2020 y el directivo del Banco Santander comentó que "la foto" que se presentó el año pasado "se ha pospuesto un año". Cuesta explicó que tras la fuerte crisis los bancos centrales "emergieron como actores principales" y ganaron un mayor peso "al implementar políticas monetarias tremendamente expansivas a través de la emisión de dinero". "Así, el peso de los bancos centrales en EE UU y la Eurozona es del 20 y el 40 por ciento del PIB, que es una auténtica barbaridad", indicó.

El responsable de C&CB Sales aclaró que "lo que haría falta es una consolidación de los datos económicos" para, de esta forma, "meter estímulos y empezar a normalizar la política monetaria".

Inquietudes

Además de las previsiones de crecimiento, otro de los temas principales de la primera intervención fueron las "inquietudes adicionales" relacionados con la política, especialmente en la eurozona. "Antes estaba el tema de Italia, que continúa en una situación económica delicada, pero evidentemente lo que más peso ha cogido es el famoso Brexit, que se está alargando demasiado en el tiempo", aseguró Borja Cuesta.

Ayer mismo la primera ministra británica, Theresa May, compareció en la Cámara de los Comunes y afirmó que todavía está tratando de llegar a un consenso con la oposición laborista que propicie la aprobación en el Parlamento del acuerdo de salida. Todo ello entre las crecientes presiones de los miembros de su propio partido para que dimita. "Realmente no hay un acuerdo claro. Es aplazar más la incertidumbre y eso para la economía no es bueno", alertó el experto de Banco Santander, que también recalcó que "el impacto económico real de esta situación se desconoce".

Junto a la situación de las islas, el otro potencial escollo se encuentra en la guerra comercial que mantienen EE UU y China. Pese a que el propio Donald Trump informó ayer que el jefe negociador del país asiático está en suelo estadounidense para buscar un "acuerdo", Borja Cuesta opinó que la situación "puede provocar consecuencias en la parte de comercio internacional y divisas, ya que son las dos principales economías a nivel de exportación".

Divisas

Sobre este tema, el director de Tesorería del banco recordó "la importancia de la gestión riesgo-divisa", ya que "tiene la capacidad de tener un impacto brutal en espacios de tiempo reducidos" para las firmas que se dedican a la exportación. "Con la crisis las empresas españolas se internacionalizaron cada vez más, con lo que aumentaron sus importaciones y exportaciones, con un crecimiento en el impacto de la divisa", resumió Borja Cuesta, que recomendó las coberturas para despejar incertidumbres.